martes, 17 de mayo de 2016

Este hombre nació con la cabeza al revés

Cuando nos encontramos con obstáculos en nuestro día a día que nos sacan de quicio, es bueno tener un poco de perspectiva y pensar en aquellas personas para las que prácticamente cualquier cosa es un obstáculo, o lo ha sido en algún momento de sus vidas. Por eso es tan inspiradora la historia de nuestro protagonista: Claudio Vieira de Oliveira vive en la localidad brasileña de Montse Santo, y su vida ha sido siempre una continua prueba de dificultad. Cosas que deberían ser sencillas como comer o escribir son de lo más complejas para él… y es que Claudio nació con su cabeza al revés.

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Claudio tiene 40 años actualmente, su cuello está tan doblado hacia atrás que su cabeza queda suspendida boca abajo sobre la espalda, y sufre dolencias que provocan que sus brazos y sus piernas estén gravemente deformados. Pero para él es un regalo estar aquí, ya que desde el momento en el que nació a sus padres les aseguraron que iba a morir. “La gente empezó a decirme que el bebé iba a morir porque apenas podía respirar cuando nació. Algunos me decían que no le diera de comer, ya que iba a morir“, ha explicado su madre.

Hoy es todo hombre, que a pesar de sus dificultades ha conseguido terminar sus estudios e incluso publicar un libro llamado, apropiadamente, El mundo está a contramano, que será ilustrado por el Yasuyoshi Chiba, un famoso artista japonés.

Nuestro héroe ha conseguido aprender a llevar a cabo tareas normales para nosotros, pero que entrañan una gran dificultad para él: “Se encender el televisor, responder a mi teléfono móvil, encender la radio, usar Internet… lo hago todo por mí mismo“, ha contado. Con todo, y debido a que no puede usar sus extremidades superiores, realiza todos estos trabajos con su boca y sus labios.
A lo largo de mi vida he podido adaptar mi cuerpo al mundo, no me veo a mi mismo como diferente, soy una persona normal. Una cosa que suelo decir en mis intervenciones es que no veo las cosas al revés. Es algo que siempre me preguntan. Además hoy en día es mucho más fácil tratar con el público, no tengo miedo de que me traten como alguien diferente.

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