Los cigarrillos electrónicos podrían salvar “cientos de miles de vidas cada año” en Reino Unido, advirtieron expertos de la Universidad de Londres.
Los investigadores Robert West y Jamie Browns estimaron que por cada millón de fumadores que cambian de tabaco a cigarrillos electrónicos, se pueden prevenir cada año más de seis mil muertes prematuras en el país.
En una investigación publicada en el British Journal of General Practice, los profesores del Departamento de Epidemiología y Salud Pública de la Universidad señalaron que la concentración de toxinas que se encuentran en el vapor de los cigarros electrónicos es “muy baja”.
“De hecho, la concentración de toxinas es casi menos de una vigésima parte (1/20) comparada con la de un cigarro”, escribieron en la editorial.
La semana pasada la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió una recomendación para prohibir el uso de cigarrillos electrónicos en espacios cerrados hasta que la industria compruebe “la evidencia científica convincente y obtenga la aprobación regulatoria”.
La Asociación Médica Británica (BMA, por sus siglas en inglés) apoyó esta moción al afirmar que se requieren controles para evitar que las campañas se dirijan a jóvenes no fumadores.
Los científicos West y Brown afirmaron que “hay un número de defensores que consideran que los cigarrillos electrónicos son una amenaza a la salud pública y organismos como la BMA y la OMS están advirtiendo sobre los daños potenciales a fumadores”.
Sin embargo, los médicos argumentan que un aumento en la venta de cigarros electrónicos está acompañada por un incremento en el número de fumadores que dejan el tabaco y una caída en el número de fumadores.
El equipo de investigadores de la Universidad aseguró que el número de no fumadores que usan los cigarrillos electrónicos es menos de 1.0 por ciento de la población, de acuerdo con un sondeo de opinión mensual sobre fumadores en el país.
cortesía de las policiacas