Una fobia es un miedo exagerado e irracional a algo. No es un mero temor, es un terror que se siente interiormente, generando ansiedad y angustia; una sensación que inmoviliza o que obliga a correr en los casos más extremos.
Su nombre viene del griego Fobos, que significa pánico. La persona que lo padece no lo puede controlar y requiere de un tratamiento para superarlo. Este tratamiento suele tener éxito y el método responde a cada caso en particular. Hay quienes aconsejan el psicoanálisis, mientras que otros prefieren terapias conductistas o alternativas, como la hipnosis.
Dado que la fobia controla a quien la padece, esto puede afectar eventualmente su vida y dependerá del desencadenante de los síntomas cuánto. Por ejemplo, un agorafóbico, que teme a los espacios abiertos, tendrá serios problemas para interactuar socialmente.
Como cualquier ser vivo, objeto o situación puede desencadenar una fobia, existen miles de casos, algunos de ellos raros y poco conocidos, como los que podrás ver a continuación:
HEXAKOSIOIHEXEKONTAHEXAFOBIA
No es un chiste, es el nombre real de la fobia al número ‘666’, también denominada Thrihexafobia, por razones obvias. La cifra tiene una connotación religiosa, ya que en tres pasajes de la Biblia se la menciona como la ‘marca de la Bestia’, es decir, del Diablo. Aunque no sólo afecta a personas creyentes en sí.
Este miedo puede derivar en evitar fracciones cuyos resultados sean la repetición decimal del seis, como por ejemplo, dos tercios, cuyo resultado es 0,666 periódico, o en otros comportamientos un tanto extraños.
Por ejemplo, el ex presidente de los Estados Unidos Ronald Reagan, al momento de mudarse, en 1989, a su domicilio en la calle St. Cloud 666, pidió el cambio a 668 porque tanto él como su señora creían que el otro número traería mala suerte. Curiosidad al margen, su nombre completo -Ronald Wilson Reagan- está compuesto por tres palabras de seis letras cada una.
A esto se suma que un grupo de evangélicos de los Países Bajos llevó a cabo una vigilia de 24 horas para ahuyentar a los malos espíritus el 06/06/06 (el 6 de junio de 2006).
Y los habitantes de la ciudad El progreso, en Honduras, se movilizaron para cambiar su prefijo 666 hasta que lo consiguieron por el 668.
COULROFOBIA
Los payasos pueden ser muy entretenidos. Cuántos se han divertido de chicos con ellos en la tele o han visitado el circo infinidad de veces. Pero no a todos les causa gracia. Algunos les tienen miedo, mucho miedo. Es el caso de los coulrofóbicos.
Como la mayoría de las fobias que se inician en la infancia, este temor nace con alguna experiencia traumática con payasos. Para estas personas, leer la novela IT de Stephen King o ver al villano de Batman, el Joker, puede ser algo insoportable.
Es ese maquillaje excesivo, la nariz colorada y sus extraños cabellos -que ocultan su verdadera identidad- lo que da miedo.
Y no es sólo cuestión de prestarle atención a la ficción. En la vida real, John Wayne Gacy torturó y asesinó a 33 chicos y jóvenes, a muchos de los cuales conoció cuando animaba eventos y fiestas infantiles vestido como el payaso Pogo.
HIPOPOTOMONSTROSESQUIPEDALIOFOBIA
Otra que no es un chiste, pero sí muy irónica, es la hipopotomonstrosesquipedaliofobia, que define el pánico a las palabras largas o complejas. También conocida como la sesquipedaliofobia, para simplificar, al menos un poco.
A raíz de esta fobia el sujeto tiene aversión y padece de nerviosismo cuando está involucrado en conversaciones donde se usan palabras extensas, difíciles y poco frecuentes, como, por ejemplo, en una charla académica.
No sólo le molesta oírlas, también pronunciarlas, por el temor a hacerlo mal, lo que representa en la mente del fóbico algo ridículo que lo pondría en una posición de inferioridad frente a sus pares. A menudo esta fobia viene acompañada de timidez social.
DENDROFOBIA
La dendrofobia es, básicamente, el miedo a los árboles y a todo lo que los representa, o sea, a raíces, hojas, ramas, etcétera.
Basta con estar rodeado de árboles para que el dendrofóbico comience a tener dificultades al respirar, sudoración excesiva, vértigo, náuseas, vómitos y palpitaciones.
ABLUTOFOBIA
Es normal oír de gente que está obsesionada con la limpieza personal y necesitan lavar sus manos todo el tiempo. En la vereda de enfrente está justamente quien no puede hacerlo.
La ablutofobia se define como una emoción persistente, anormal e injustificada de miedo frente la situación de a lavarse, bañarse o limpiarse.
Hasta hace unos años solía ligarse con la adolescencia, pero no tiene que ser necesariamente el caso. Un episodio traumático -como el hecho de que fallezca un ser muy querido mientras se está duchando- puede ser el desencadenante.
Esto prueba que las fobias no implican que alguien esté loco, no tiene que ver con eso. No hay que tenerle miedo a la fobia en sí. Para dar cuenta del caso basta con mencionar algunas fobias que tienen los famosos: Johnny Deep padece de la mencionada clourofobia; Marion Cotillard sufre de belonefobia, fobia a las agujas; Eva Mendes le teme a las arañas (aracnofobia); y Jessica Alaba tiene ornitofobia, un temor excesivo a encontrarse o ser atacada por aves.
¿Y tú a qué le temes por demás?
18