Las mujeres vivían en casa de sus papás en Chihuahua, no salían a la calle por miedo al crimen organizado
PARRAL, CHIHUAHUA.- Dos hermanas fueron
rescatadas después de vivir encerradas durante 30 años en un cuarto de
su casa en Chihuahua, debido a una combinación de esquizofrenia,
marginación y miedo a un cártel de la droga. El visitador general
de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) de Chihuahua en la
zona de Parral, Amin Corral Shaar, ha informado de que las dos mujeres
son Francisca Valles Campos, de 35 años, y Luz Ofelia, de 38.
Ambas fueron encontradas con graves problemas físicos el pasado día 30 de diciembre de 2014 en una habitación de la casa familiar en la comunidad de Bufalo, después de que el alcalde de Allende, Gilberto García Mendoza, denunciara la situación. En el domicilio, Corral se encontró con un sorprendente panorama: en la casa vivían el padre de las dos mujeres, de “edad avanzada y que no trabaja”, la madre y tres hijos varones, además de las dos hijas. Al parecer, toda la familia padece de discapacidad mental” y colaboraba con el encierro, y el único que trabaja es el hermano mayor, que tiene “un criadero de puercos y les provee el alimento”, relató Corral.
Las autoridades tuvieron que forzar la puerta del cuarto en el que estaban las mujeres, presuntamente “por voluntad propia”, según la CEDH. El cuarto olía mal porque no se habían bañado en años” y las dos mujeres estaban cubiertas “solamente con una cobija”, relató la fuente. Las mujeres sufrían diversas infecciones y una de ellas tuvo que ser trasladada a una clínica de Allende para ser atendida de llagas en varias partes del cuerpo.
Es el caso más raro con el que nos hemos encontrado en mucho tiempo, nunca había visto algo así”, agregó Corral. Explicó que, además de él, intervino en el rescate la policía local, en presencia de parientes y vecinos que se negaron a hablar del caso. En el remoto lugar en el que se encuentra la casa “prevalece la ignorancia” y hace tres décadas se extendió “un rumor” de que los narcotraficantes locales iban a robar a “los niños y las niñas”.
Ambas fueron encontradas con graves problemas físicos el pasado día 30 de diciembre de 2014 en una habitación de la casa familiar en la comunidad de Bufalo, después de que el alcalde de Allende, Gilberto García Mendoza, denunciara la situación. En el domicilio, Corral se encontró con un sorprendente panorama: en la casa vivían el padre de las dos mujeres, de “edad avanzada y que no trabaja”, la madre y tres hijos varones, además de las dos hijas. Al parecer, toda la familia padece de discapacidad mental” y colaboraba con el encierro, y el único que trabaja es el hermano mayor, que tiene “un criadero de puercos y les provee el alimento”, relató Corral.
Las autoridades tuvieron que forzar la puerta del cuarto en el que estaban las mujeres, presuntamente “por voluntad propia”, según la CEDH. El cuarto olía mal porque no se habían bañado en años” y las dos mujeres estaban cubiertas “solamente con una cobija”, relató la fuente. Las mujeres sufrían diversas infecciones y una de ellas tuvo que ser trasladada a una clínica de Allende para ser atendida de llagas en varias partes del cuerpo.
Es el caso más raro con el que nos hemos encontrado en mucho tiempo, nunca había visto algo así”, agregó Corral. Explicó que, además de él, intervino en el rescate la policía local, en presencia de parientes y vecinos que se negaron a hablar del caso. En el remoto lugar en el que se encuentra la casa “prevalece la ignorancia” y hace tres décadas se extendió “un rumor” de que los narcotraficantes locales iban a robar a “los niños y las niñas”.