A pesar del reclamo social de austeridad en el Gobierno, los diputados federales se aumentarán este año 96 millones la partida destinada a los grupos parlamentarios, recursos que son de uso discrecional, es decir, sin necesidad de comprobar en qué fueron gastados.
Las tajadas que reciben los ocho partidos representados en la Cámara de Diputados, conocidas como subvenciones, son del orden de un millón mensual “fija” para cada bancada (fija) y la “variable” de 116 mil pesos al mes por cada diputado que la integra.
Sin embargo, a partir de enero, el Comité de Administración de la Cámara baja aumentó la subvención variable a 132 mil pesos por diputado, por lo que se ajustará de 696 millones de pesos entregados en 2015 a 792 millones para este año.
El ajuste, de 12.13 por ciento, es superior a la inflación esperada para este año, calculada en 3 por ciento.
El dinero no se le da directamente al legislador -que ya cuenta con dieta y gastos de apoyo y asistencia legislativa-, sino que se usa para la "operación" del grupo parlamentario y cada bancada decide a discreción su destino, ya sea para bonos, sobresueldos, compra de equipo o pago de asesorías, entre otros.
Incluso hubo un pronunciamiento de bancadas que renunciaron a recibir autos y celulares, el seguro de gastos médicos o partidas extraordinarias, o bien, prometieron hacer más transparentes sus gastos.
Sin embargo, ninguna se comprometió a hacer un recorte en las partidas presupuestales destinadas a las fracciones.