Técnicas para mejorar la autoestima: aceptarse y no envidiar a los demás
'Feos' pero felices. Muchas personas a las que admiramos no son terriblemente guapos ni atractivos, pero tienen una personalidad que los hace ser adorables, simpáticos, agradables a los demás, con un cierto magnetismo...¿por qué tú no vas a ser como ellos? Sólo tienes que conocer tus cualidades y aprender a potenciarlas.
Nombramos a Gerard Depardieu, a Barbra Streisand, John Malkovich, Woody Allen, Donatella Versace, Amy Winehouse, Gabino Diego, el gran Wyoming, Santiago Segura, Rossy de Palma, Belén Esteban, Paz Padilla, Carmen Machi.... No destacan por su gran belleza o excepcional inteligencia, pero supieron sacar partido a lo que mejor sabían hacer y creyeron en lo que estaban haciendo. Con las siguientes técnicas vamos a trabajar el Yo Mental, mucho más difícil que el físico, pero que nos conducirá a grandes mejoras en nuestra vida.
Técnicas para elevar la autoestima
Evalúate de forma realista. Tienes que ser consciente de tus cualidades y defectos, para poder aceptarte tal y como eres. No tengas miedo de examinarte en profundidad, ya verás como encuentras más puntos positivos de los que crees. Cambia lo que no te guste. Si hay algo en ti que no te gusta, mira hasta qué punto puedes cambiarlo y ponte manos a la obra. Tú eres la dueña de tu vida y no tus padres, ni tu pareja, ni tus hijos, ni tu jefe, ni tus amigos. Puedes decidir cuál será tu rumbo: estudiar para conseguir mejor empleo, cambiar de trabajo; hacer deporte y dieta para llegar a la figura deseada; cambiar de look.... Puede ser difícil pero el esfuerzo habrá valido la pena.
Evita los pensamientos negativos. Si te culpas y te autocompadeces no te servirá de mucho. En cuando detectes que estás fabricando un pensamiento negativo, intenta reconvertirlo en uno positivo. Por ejemplo, si piensas que no serás capaz de aprobar este examen, cámbialo por uno del tipo de que la asignatura es difícil, pero con un esfuerzo extra podré aprobarla. Afronta los problemas. De qué sirve esconder la cabeza y esperar a que los problemas se arreglen solos. O peor aun, que alguien los arregle por nosotros. Conviértete en una persona que controla su propia vida. Se dueña de tu destino.
Nadie es perfecto, no admires ni envidies
Asume tus errores. Los errores no son fracasos de los que lamentarse, sino enseñanzas para aprender a hacerlo mejor la próxima vez. Hazte responsable de tu propia vida. Eres tú la máxima responsable de tu conducta hacia los demás, de tus logros y de tus errores. No puedes culpar al destino ni a los que te rodean de los resultados que obtienes, fruto de tus propias decisiones. No idealices a los que te rodean. Nadie es perfecto, aunque a veces pienses que sí. No admires y envidies a los demás, haciéndote sentir inferior a ellos. Tú también tienes cualidades envidiables, sólo tienes que reconocerlas y luego saber explotarlas.
No dependas de la aprobación de los demás. Son importantes sus comentarios, pero no te obsesiones con lo que te digan. Tienes que estar segura de ti misma y creer en lo que estás haciendo. La aprobación de los demás nunca debe estar por encima de la tuya propia. Realiza cosas nuevas. Si no te gusta la vida que ahora tienes, deja de resignarte y no te quedes estancada, pues siempre podemos avanzar en la vida. No importa la edad que tengas, tienes muchas capacidades y sólo tienes que encontrarlas. Aprende cosas nuevas, puede que seas buena en ellas y te sientas satisfecha.
Controla tu nivel de exigencia. Es imposible hacerlo todo bien a la primera. Tampoco puedes ser buena en todo, ni satisfacer a todo el mundo. Habrá cosas que no se te den bien, pero eso no es un fracaso, sino un aprendizaje.