Es normal, no te preocupes si cuando sigues una dieta estás de un humor de perros. Privarse de comer todo lo que a uno le apetece es un sacrificio que, normalmente, no produce más satisfacción que la que se tiene sobre la váscula cuando los esfuerzos obtienen su sacrificio.
Pero mientras tanto, la sensación de hambre y la ansiedad que nos puede producir el tener que renunciar a comer lo que queremos hace que no destilemos precisamente felicidad por nuestros poros.
El laboratorio de dietética médica Ysonut acaba de publicar un estudio que dice que las dietas proteicas, prescritas y bajo seguimiento médico, permiten perder más peso y con mejor humor.
La clave está en actúar sobre los neuromediadores cerebrales implicados en la saciedad, el hambre y los transtornos del humor, que son principalmente la dopamina, la noradrenalina y la serotonina. Una dieta proteica con sumplementación mediante aminoácidos precursores de estas sustancias nos pemitirán llevar la dieta con mucho mejor talante.
“Un método no medicalizado de pérdida de peso puede comportar cambios tanto en los hábitos alimentarios como sociales y psicológicos que no siempre son positivos. En este estudio hemos visto que, mediante una verdadera estrategia de nutrición cerebral adaptada sobre los centros hipotalámicos responsables de la conducta alimentaria y del estado de humor, se logra que tanto pacientes con sobrepeso como pacientes con obesidad tengan una mejor calidad de vida, sintiéndose más saciados, más motivados y de mejor humor, y por tanto más capaces de realizar la dieta adecuadamente”, señala el Dr. Carlos Jarne.
Pero mientras tanto, la sensación de hambre y la ansiedad que nos puede producir el tener que renunciar a comer lo que queremos hace que no destilemos precisamente felicidad por nuestros poros.
El laboratorio de dietética médica Ysonut acaba de publicar un estudio que dice que las dietas proteicas, prescritas y bajo seguimiento médico, permiten perder más peso y con mejor humor.
La clave está en actúar sobre los neuromediadores cerebrales implicados en la saciedad, el hambre y los transtornos del humor, que son principalmente la dopamina, la noradrenalina y la serotonina. Una dieta proteica con sumplementación mediante aminoácidos precursores de estas sustancias nos pemitirán llevar la dieta con mucho mejor talante.
“Un método no medicalizado de pérdida de peso puede comportar cambios tanto en los hábitos alimentarios como sociales y psicológicos que no siempre son positivos. En este estudio hemos visto que, mediante una verdadera estrategia de nutrición cerebral adaptada sobre los centros hipotalámicos responsables de la conducta alimentaria y del estado de humor, se logra que tanto pacientes con sobrepeso como pacientes con obesidad tengan una mejor calidad de vida, sintiéndose más saciados, más motivados y de mejor humor, y por tanto más capaces de realizar la dieta adecuadamente”, señala el Dr. Carlos Jarne.