1. Pagas impuestos a personas que te gustaría ver en prisión.
Quizá este sea el mayor indicio de que somos esclavos de la matrix. La noción tradicional de esclavitud evoca imágenes de personas con grilletes siendo forzadas a trabajar en plantaciones para los propietarios ricos de las tierras. La versión moderna de esto es la retribución forzada, en la que nuestros rendimientos son automáticamente tomados antes de que siquiera veamos el dinero, independientemente de que aprobemos o no cómo se gasta.
2. Vas al médico, pero aún estás enfermo.
La atención medica de la actualidad, en lo que respecta al progreso científico, se ha convertido en unsistema de cuidados para las enfermedades, donde raramente se nos aconseja comer bien y cuidar de nuestra salud física y mental, y en lugar de eso se nos recomienda consumir medicamentos y procedimientos costosos que son introducidos por la matrix con fines lucrativos de la salud.
3. Elecciones políticas.
Escogemos un partido A o B y discutimos con nuestros amigos, familiares y compañeros de trabajo sobre la política. Así es como la estrategia de control “divide y vencerás” funciona en nuestra sociedad. Ambos partidos generalmente son corruptos y los candidatos independientes, generalmente de partidos pequeños y tachados como locos, ni siquiera tienen autorización para participar en los debates públicos. Creer en una de estas partes y gastar la energía personal discutiendo con otras personas, es hacer nuestra parte para garantizar que “nosotros, el pueblo” jamás estará unido contra la corrupción.
4. Esclavos del dinero.
Posiblemente trabajas duro haciendo algo que odias para ganar un poco de dinero fiduciario. El trabajo es importante y el dinero paga las cuentas, sin embargo, muchas personas pierden los mejores años de su vida haciendo cosas que odian tan sólo por dinero. La verdad sobre nuestro dinero moderno es que no tenemos dinero, en lugar de eso contamos con moneda inflacionaria fiduciaria, que es de propiedad privada y manipulada. Como aun es necesario para sobrevivir en este mundo, lo mejor que puedes obtener por tu tiempo es hacer algo en lo que te guste trabajar con gente que no desprecies. Vivir con menos dinero es más fácil de lo que creemos necesitar, sólo tenemos que ir contra la corriente para darnos cuenta de esto.
Funciona más o menos así: tienes un trabajo que odias, o que acaba por deprimirte, pero que paga lo suficiente como para sacarte de esa depresión con bienes de consumo que crees indispensables para tu comodidad, como electrónicos, ropa de marca, perfumes caros, etc. Cuando más trabajas, más te deprimes y más consumes esos productos “indispensables” para compensar la depresión, lo que te lleva a una espiral infinita. Raramente alguien consigue salir de este círculo vicioso.
5. Financiando tus sueños.
Este punto es casi una extensión del anterior. Estás dispuesto a acumular deudas personales para financiar la adquisición de un estilo de vida orientada al consumismo. Cada vez que utilizas una tarjeta de crédito pones dígitos en los balances de los bancos que están más involucrados que nunca en el saqueo financiero del mundo actual. Estos dígitos son, entonces, multiplicados electrónicamente por el sistema de reserva fraccionaria, lo que aumenta exponencialmente el poder de estas instituciones. Para ser partícipe de este esquema, necesitas pagar ese dinero falso con intereses, a fin de mantener un cierto estilo de vida. Este es un fuerte indicio de que estás doblegado por uno de los principales dogmas de nuestra sociedad: el consumismo.
6. ¿La TV nos divierte o nos controla?
Conversas con personas reales sobre los acontecimientos en curso en los programas de televisión. La televisión es la herramienta más potente empleada para el control mental, y la “programación” disponible, aunque ciertamente es agradable, divertida o de entretenimiento, está dirigida a reforzar ciertos comportamientos entre las masas. Dramatizar la importancia del ego, sobre-sexualizar todo, glorificar la violencia y enseñar la sumisión a la falsa autoridad son las principales características de la televisión moderna. Al tomar lo que está sucediendo en la televisión, volviéndolo parte de nuestra vida real, estamos haciendo nuestro trabajo apoyando el objetivo de la matrix para confundirnos sobre la naturaleza de nuestra realidad, demostrando que algo no tiene realmente que suceder en un determinado orden para que parezca real ante las personas.
7. Todos estamos siendo vigilados.
Si no te incomoda que alguien, en algún lugar, trabajando para alguien te esté observando, escuchando tus conversaciones y monitoreando tus movimientos, entonces, eres un perfecto esclavo para la matrix. La vigilancia invisible es una forma insidiosa de control del pensamiento, al emplear la lógica de “no tengo nada que esconder, por lo que no me hace ningún mal que me vigilen”, admites estúpidamente que tienes un amo terrenal y que no eres soberano de mente y cuerpo.
MAÑANA SEGUNDA PARTE
fuente:marcianosmx.com