Pues ya pasó la Navidad, y seguramente todos recibieron muchos regalos. Quien no recuerda nuestros primeros juguetes y la ilusión con la que abríamos nuestros regalos, pues esto es lo que le pasó a nuestro protagonista:
"Recuerdo que tenía 4 o 5 años de edad cuando apareció bajo el árbol ese peluche con forma de oso, recuerdo que no me desprendía de él para jugar, comía con él, jugaba con él, hasta dormía con él, que bonitos tiempos eran esos. Días donde no tenia nada mas en que pensar sino en jugar con mi peluche que, ahora, desearía nunca haber tenido. Todo iba bien con el peluche hasta que crecí.
Recuerdo que cuando cumplí 10 años, me había olvidado completamente de ese peluche. Cuando cumplí 12 y estaba solo en casa, jugando “Killing Floor”, con mis amigos, tenía los audífonos puestos a un volumen muy alto, no escuchaba nada mas. Pero de pronto, pude escuchar una voz muy, pero muy ronca que provenía de adentro de mi casa, la voz decía "Juguemos" con tono muy triste, me pasé como loco buscando pero nada, cuando me dispuse a volver a mi habitación, vi en la entrada de mi cuarto ese peluche, y pensé: “Que raro, no había visto esto desde hace muchos años” y lo guarde en mi ropero.
Pasaron los años y cuando cumplí 15, yo ya no le tenia miedo a los fantasmas y todas esas cosas. Recuerdo que fui con mis amigos para hacer una tarea de historia, le dije a mi familia que me quedaría hasta muy tarde, dijeron que estaba bien pero que no regresara muy tarde.
Pasaron horas y no terminábamos, a eso de las 5:30 me llamaron a mi celular, solo escuché gritos raros, no entendí que era así que colgué, pensaba que era una broma que me estaba haciendo mi hermano menor. Regresé a mi casa y estaba toda mi familia, mi padre, mi madre, mi hermano, todos estaban sentados en una mesa, muy callados y con la cara pálida.
Pregunté que pasaba, nadie respondió, cuando me acerqué note que el piso estaba lleno de sangre, pregunté nuevamente que había pasado, y tampoco obtuve respuesta. Cuando me acerqué, sus estómagos estaban abiertos en canal, era imposible, pensé, no había forma de que algo así hubiera pasado, grite muy fuerte, entonces lo vi. Mí peluche estaba detrás de mí, a unos metros de distancia con un cuchillo en la mano y sus ojos estaban rojos, entonces dijo: ”Esto pasa cuando ya no juegas conmigo”.