México.-El
Día del Amor y la Amistad, es uno de los días más esperados en el año
por muchas personas en todo el mundo, pero pocos saben cómo fue que
surgió.
Sin embargo, esta fecha remonta sus orígenes a la
antigua Roma, poco antes de que este poderoso imperio fuera dividido en
dos (Imperio de Oriente y de Occidente) por Diocleciano en el 285 d. C.
Durante esta época, los soldados romanos tenían prohibido casarse, porque se creía que los soldados solteros eran más eficientes y entregados al no tener motivos para regresar a su casa.
Pero también existían algunos monjes cristianos como Valentín, que realizaba bodas secretas y promovian su doctrina en secreto.
Ante los ojos del emperador Claudio II Gótico, la fe y la religión del monje cristiano representaba una amenaza y una violación a las leyes del imperio.
Por ello, ordenó la persecución y detención de Valentín, quien ya había logrado ganarse el cariño y la fe de muchos romanos, al grado de que abandonaron su religión politeista (creer en muchos dioses) y se convirtieron al catolicismo.
Finalmente fue detenido y encarcelado por uno de los lugartenientes del emperador, quien ordenó que lo torturaran y lo humillaran.
Algunos aseguran que durante su encierro, uno de los soldados puso a prueba su fe y lo desafió a que le devolviera la vista a una de sus hijas que había nacido ciega. El sacerdote accedió y convirtió a la pequeña niña a su religión. Diferentes historias señalan que en ese momento la hija del soldado recuperó la vista, aunque el milagro no bastó para salvar su vida.
Además, Valentín se enamoró de la joven, a quien le escribió una carta de amor antes de ser decapitado el 14 de febrero del 270 d. C.
Días después de su muerte, la joven plantó un árbol de almendras de flores rosadas junto a su tumba para honrar su amor y memoria.
Cabe destacar que con el paso del tiempo, esta historia se ha mezclado con las tradiciones y constumbres de todo el mundo, que han adoptado esta fecha relacionada con el amor, la fe y la devoción.
Durante esta época, los soldados romanos tenían prohibido casarse, porque se creía que los soldados solteros eran más eficientes y entregados al no tener motivos para regresar a su casa.
Pero también existían algunos monjes cristianos como Valentín, que realizaba bodas secretas y promovian su doctrina en secreto.
Ante los ojos del emperador Claudio II Gótico, la fe y la religión del monje cristiano representaba una amenaza y una violación a las leyes del imperio.
Por ello, ordenó la persecución y detención de Valentín, quien ya había logrado ganarse el cariño y la fe de muchos romanos, al grado de que abandonaron su religión politeista (creer en muchos dioses) y se convirtieron al catolicismo.
Finalmente fue detenido y encarcelado por uno de los lugartenientes del emperador, quien ordenó que lo torturaran y lo humillaran.
Algunos aseguran que durante su encierro, uno de los soldados puso a prueba su fe y lo desafió a que le devolviera la vista a una de sus hijas que había nacido ciega. El sacerdote accedió y convirtió a la pequeña niña a su religión. Diferentes historias señalan que en ese momento la hija del soldado recuperó la vista, aunque el milagro no bastó para salvar su vida.
Además, Valentín se enamoró de la joven, a quien le escribió una carta de amor antes de ser decapitado el 14 de febrero del 270 d. C.
Días después de su muerte, la joven plantó un árbol de almendras de flores rosadas junto a su tumba para honrar su amor y memoria.
Cabe destacar que con el paso del tiempo, esta historia se ha mezclado con las tradiciones y constumbres de todo el mundo, que han adoptado esta fecha relacionada con el amor, la fe y la devoción.