Cada vez es más común escuchar o leer la frase de que "el desayuno es la comida más importante del día" en los medios de comunicación, quienes constantemente hablan acerca de la importancia de desayunar, de forma abundante, y es que ésta es completamente cierta.
Desayunar bien, no sólo contribuye a que nuestro metabolismo y cerebro trabajen de forma adecuada durante el día, sino que nos aporta la energía y los nutrientes que necesitamos para realizar todas nuestras tareas diarias.
En ocasiones tenemos el propósito de querer bajar de peso o consumir menos calorías, y eso puede llevarnos a tomar malas decisiones que en lugar de ayudarnos a llegar a nuestra meta, tienen el efecto contrario en nuestro cuerpo, como desayunar poco o no desayunar, lo que nos lleva a aumentar de peso.
A continuación te mencionamos 3 errores comunes al desayunar que te hacen engordar:
1. No desayunar
A diferencia de lo que se podría pensar, no desayunar con el fin de consumir menos calorías, es lo peor que puedes hacer. El organismo es muy sabio y cuando lo privas de alimento sabrá guardar reservas de grasa para utilizarlas cuando no le des de comer, lo que ocasiona que nuestro metabolismo se alente y no funcione de manera adecuada. De acuerdo con un estudio del American Journal Epidemiology, las personas que se saltan el desayuno regularmente, tienen mayor riesgo de padecer obesidad en el futuro. Además si no se desayuna, es más difícil controlar los antojos durante el resto del día.
2. Desayunar poco
Un desayuno escaso no te proveerá de la energía que tu cuerpo demanda durante el día, y desayunar poco no te hará bajar de peso, sino todo lo contrario. El desayuno es la única comida del día que el cuerpo asimila de forma adecuada y es totalmente necesario para inyectar el cuerpo de energía para el día. Si lo que quieres es bajar de peso, la mejor opción es desayunar de forma abundante, pero nutritiva. Es mejor consumir más calorías en el desayuno, y reducirlas en la cena considerablemente.
3. Desayuno alto en carbohidratos
Otro error muy común al momento de desayunar es pensar que consumir una gran cantidad de carbohidratos nos quitará el hambre durante muchas horas, lo cual es una idea equivocada, ya que además de que el metabolismo se vuelve lento, el cuerpo gana peso por usar esos carbohidratos como fuente de energía, dejando reservas de grasa en el cuerpo.
Lo mejor es tomar un desayuno con proteínas magras y grasas buenas como el aguacate.