A la edad de 12 años, Martin Pistorius llegó a su casa en Sudáfrica
con un dolor de garganta. Su condición fue empeorando gradualmente hasta
terminar en un coma. Los médicos desconcertados eventualmente lo
diagnosticaron con meningitis criptococos y tuberculosis del cerebro. Su
estado, decían, era el resultado de infecciones cerebrales. Durante 12
años se le consideró un vegetal, pero Martin asegura haber estado
conciente durante gran parte del tiempo, aunque incapaz de comunicarse.
Su cuerpo se convirtió en su prisión. Martin relata que, al cabo de dos años en estado de coma, recuperó la
conciencia. “Estaba al tanto de todo, como cualquier persona normal.
Todo el mundo estaba tan acostumbrado a mi sopor que no se dieron cuenta
cuando empecé a estar presente de nuevo. Me golpeó la cruda realidad de
que iba a pasar el resto de mi vida así - totalmente solo ", dijo. Los días pasaron y Martin permaneció en esta tortura. Le resultaba
difícil ver como el resto de su familia continuaba con su vida,
vacacionando sin él. “Temía que sufrieran un accidente y murieran,
entonces nadie respondería por mi”, recuerda. Aún cuando lograba
realizar movimientos pequeños, pasaban desapercibidos. Deprimido y
desesperado, decidió darse por vencido.
Finalmente, a la edad de 25 años su aromaterapeuta, Virna can der
Walt, reconoció sus tenues sonrisas, miradas y guiños como un lenguaje
sutil. Convenció a los padres de someter a Martin a pruebas de
conciencia. Fue llevado al Centro para la Comunicación Aumentativa y
Alternativa de la Universidad de Pretoria, donde se confirmó que
realmente había despertado y se encontraba alerta. Sus padres le compraron una computadora especializada y, después de
años de práctica, Martin fue capaz de comunicarse mediante una voz
sintética. En 2003, consiguió un trabajo en el centro local de salud,
donde acudía un día a la semana. Su condición continuo mejorando y logró
completar una carrera universitaria. En 2008 conoció a Johanna, con
quien contrajo matrimonio. Actualmente, es un diseñador de páginas web y
cuenta con su propio negocio. Martin ha publicado un libro sobre su vida, titulado Ghost Boy: My Escape From a Life Locked Inside My Own Body
(Niño fantasma: Mi escapar de una vida encerrado en mi propio cuerpo).
Su impresionante historia evidencia lo mucho que todavía no entendemos
sobre del estado de coma y el cuerpo humano en general.