Los primeros investigadores en intentar contar el número de personas muertas bajo el régimen de Stalin se vieron obligados a depender en gran medida a las pruebas anecdóticas. Sus estimaciones variaban de 3 a 60 millones. Después de la disolución de la Unión Soviética en 1991, las evidencias de los archivos soviéticos se hicieron disponibles. De acuerdo con los registros alrededor de 800.000 presos fueron ejecutados por el régimen de Stalin por delitos políticos o penales, mientras que alrededor de 1,7 millones murieron en gulags y unas 390.000 perecieron durante reasentamientos forzosos - un total de alrededor de 3 millones de víctimas.
El debate continúa, sin embargo, puesto que algunos historiadores creen que el archivo contiene ser cifras poco fiables. Por ejemplo, sostiene Gellately que los muchos sospechosos torturados hasta la muerte mientras estaban en "custodia de investigación" es probable que no se hayan contado entre los ejecutados. Asimismo, existen categorías de víctimas que no fueron registradas de forma correcta por los soviéticos, como las víctimas de las deportaciones étnicas, o transferencias de población alemana después de la Segunda Guerra Mundial.
Así, mientras que algunos investigadores han estimado el número de víctimas de las represiones de Stalin un total de 4 millones más o menos, otros creen que el número es considerablemente superior. El escritor ruso Vadim Erlikman, por ejemplo, hace las siguientes estimaciones: ejecuciones, 1,5 millones; gulags, 5 millones; deportaciones, 1,7 millones a 7,5 millones de deportados, y prisioneros de guerra y civiles alemanes, 1 millón, lo que hace un total de de alrededor de 9 millones de víctimas de la represión.
Algunos también han incluido los 6 a 8 millones de víctimas de la hambruna 1932-1933 como víctimas de la represión. Esta clasificación es controvertida sin embargo, como los historiadores difieren en cuanto a si la hambruna era una deliberada parte de la campaña de represión contra los kulaks, o simplemente un consecuencia no deseada de la lucha por la colectivización forzada.
Ciertamente, parece que un mínimo de alrededor de 10 millones de muertos - 4 millones por la represión millones y 6 millones de hambre - son atribuibles al régimen, con una serie de libros de reciente publicación que sugiere un probable total de alrededor de 20 millones. Por ejemplo, agregar 6-8 millones de víctimas de la hambruna según Erlikman por encima de las estimaciones de muertes directas, daría un total de entre 15 y 17 millones de víctimas. El investigador Robert Conquest, mientras tanto, ha revisado su estimación inicial de hasta 30 millones de víctimas a 20 millones. Otros siguen considerando que sus anteriores estimaciones mucho más altas, son correctas.Finalizaré con una frase para el bronce del propio Stalin: "Matar a una persona es un asesinato y a un millón una estadística."
2. Adolf Hitler (Alemania)
El Holocausto Nazi fue la aniquilación sistemática y burocrática de seis millones de judíos por parte del régimen nazi y sus colaboradores durante la Segunda Guerra Mundial. En 1945 dos de cada tres judíos europeos habían sido asesinados. Aunque los Judíos eran las víctimas principales, más de 250,000 Gitanos también resultaron víctimas del genocidio Nazi. Aunque los Judíos eran las víctimas principales, más de 250,000 Gitanos también resultaron víctimas del genocidio Nazi. Los campos de concentración están muy relacionados con el Régimen Nazi y permanecen como el símbolo de éste. Los primeros campos de concetración fueron creados poco después de que los Nazis llegaran al poder en el año 1933; estos continuaron como una base del régimen Nazi hasta el 8 de mayo de 1945, cuando la guerra, y el régimen, terminaron.
El 30 de enero de 1933, Adolfo Hitler fue nombrado Canciller, la posición de más poder dentro del gobierno Alemán Hitler era el líder del fuerte Partido Obrero Alemán Nacional Socialista (conocido también como el Partido Nazi) Una vez en el poder, Hitler se movilizó rápidamente para poner fin a la democracia alemana. El convenció a su Gabinete para que permitieran la suspensión de las libertades individuales de la prensa, de expresión y de asamblea. También en 1933, los Nazis comenzaron a poner en práctica su ideología racial Comenzaron a surgir ideas que consistían en la "superioridad racial" de los Alemanes, y comenzaron a sugerir que habría una lucha por sobrevivir entre ellos y las "razas inferiores". Ellos veían en los Judíos, Gitanos y en los impedidos una amenaza biológica seria en contra de la pureza de la "Raza (Aria) Germana".
El término "Ario" originalmente se refería a los individuos de pueblos Indo Europeos. Los Nazis modificaron el significado de éste término para soportar sus ideas racistas al ver a todos esos antecedentes alemanes como un ejemplo del legado ario, que ellos consideraban racialmente superior. Para los Nazis, el Ario típico era rubio, de ojos azules y alto.
Los Judíos, cerca de 500,000 en Alemania eran el blanco principal del odio Nazi. Los Nazis identificaron erróneamente a los Judíos como una raza, y definieron esta raza como "inferior". También financiaron una enorme propaganda que culpaba a los Judíos por la depresión económica en Alemania, así como también por el fracaso del país durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918).
En 1933, nuevos estatutos alemanas forzaron a los Judíos a renunciar a sus trabajos, a sus estudios en las universidades y a retirarse de toda actividad en otras áreas de la vida pública.
Aunque los Judíos eran el principal objetivo del odio Alemán, los Nazis también oprimieron otros grupos que ellos identificaban como racial o genéticamente "inferiores". La ideología racial Nazi era impulsada por científicos que impulsaban "la crianza selectiva" para "mejorar" la raza humana.
Otra consecuencia del régimen dictatorial de Hitler en los 30s fue el arresto de oponentes políticos y comerciantes unionistas y muchos otros que los Nazis etiquetaban "indeseables" o "enemigos del estado". Muchos homosexuales, la mayoría hombres, fueron arrestados y llevados a los campos de concentración; bajo el codigo criminal Nazi revisado en 1935, la sola denuncia de un individuo como "homosexual" podía llegar al arresto, al juicio y la condena. Los Testigos de Jehová fueron prohibidos como organización en abril de 1933, desde que las creencias de este grupo religioso les prohibían jurar cualquier promesa al estado o al servicio militar alemán. Su literatura fue confiscada, y perdieron sus trabajos, los beneficios de su desempleo, sus rentas, y todos los beneficios de carácter social. Muchos Testigos de Jehová fueron enviados a la cárcel y a los campos de concentración en la Alemania Nazi y sus hijos fueron enviados a las casas de detención juvenil o a orfanatos.
La Segunda Guerra Mundial trajo grandes cambios al sistema de los campos de concentración. Un gran número de prisioneros nuevos, deportados de todos los países ocupados por Alemania, llenaban estos campos. Después, grupos enteros eran enviados a los campos, como los miembros de las organizaciones de resistencia subterráneos. Para acomodar el incremento intensivo en el número de prisioneros, se establecieron cientos de nuevos campos en territorios ocupados de la Europa oriental y occidental.
Durante la guerra, los ghettos, campos de tránsito, y campos de trabajos forzados fueron creados por los Alemanes en adición a los campos de concentración para capturar Judíos, Gitanos y otras víctimas del odio racial y étnico, así como también oponentes políticos y miembros de la resistencia. Después de la invasión de Polonia, se crearon mas de 400 nuevos ghettos donde fue segregado del resto de la población. Grandes números de Judíos también fueron deportados de otras ciudades y países, incluyendo Alemania, hacia los ghettos en Polonia y en otros territorios del este ocupados por Alemania.
En las ciudades Polacas que se encontraban bajo la ocupación Nazi, los judíos fueron confinados en ghettos sellados donde el hambre, la sobrepoblación, el frío y las enfermedades contagiosas dieron muerte a decenas de miles de personas.
Entre 1942 y 1944, los Alemanes iniciaron la supresión de los ghettos en la Polonia ocupada y otros territorios, deportando a los residentes de los ghettos hacia los "campos de exterminio", centros de eliminación facilitados con equipos para el manejo del gas, localizados en Polonia. Después de la reunión de los oficiales mayores del estado Alemán a finales de enero de 1942, la decisión de implementar "la solución final a la cuestión judía" se volvió una política formal de estado y los Judíos de la Europa occidental también fueron enviados a los centros de exterminio en el Este.
Los seis lugares de asesinato masivo fueron escogidos debido a su cercanía las vías del tren y su localización en zonas semi-rurales, los métodos de asesinato fueron los mismos en todos los centros de exterminio, que fueron operados por la S.S. Las víctimas llegaban en vagones de tren, la mayoría de ghettos y de campos de la Polonia ocupada, pero también de casi todos los países Europeos. A su llegada, los hombres eran separados de las mujeres y los niños. Los prisioneros eran forzados a desvestirse y a entregar todos sus valores. Ellos eran llevados desnudos hacia las cámaras de gases, que estaban disfrazadas como regaderas, y dentro de ellas era utilizado el monóxido de carbono. La minoría seleccionada para trabajos forzados quedaban, después de largas cuarentenas, vulnerables a la malnutrición, y expuestos a enfermedades, experimentos médicos y a la brutalidad; muchos perecieron como resultado.
Los Alemanes llevaron a cabo sus actividades de exterminio sistemáticas con la ayuda activa de colaboradores locales en muchos países, y con la indeferencia de millones de personas que no les importaba la situación judía.
En mayo de 1945, la Alemania Nazi quedó colapsada, y los campos dejaron de existir como de exterminio, trabajos forzados o campos de concentración. El Legado Nazi fue un imperio de exterminaciones, pillaje y explotación que afectó a cada país de la Europa ocupada.