Aunque no se quiera creérlo, un presidente como el mexicano Enrique Peña Nieto necesitaba una extraordinaria telenovela para
legitimarse. La oficina de efectos especiales del priismo se ha
esmerado en ofrecer un espectáculo ficticio más creíble que la casa
productora antecesora, presidida por Genaro García Luna.
Aparte de
las aportaciones de Peña Nieto a la lengua española, desde la academia
los politólogos estudian con asombro las contribuciones del mexiquense a
la democracia. De ser un analfabeta funcional repudiado por la mayoría
del electorado pasó a un estadista de primer nivel aplaudido por la
prensa internacional.
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El Primer Teleprómpter de la Nación Mexicana. |
¿Cómo lo logró? En diez estudiados pasos.
1.-
Asegúrese que nadie reproduzca sus
idioteces.
Puede confundir nombres de presidentes, ciudades y libros,
no importa, lo relevante es que ningún medio masivo lo difunda. No es
imposible: usted es su jefe.
2.- Cubra el hambre con sonrisas
Coca Cola.
El gato Chester y el Tigre Toño son las figuras morales
más respetadas del libre mercado. Válgase de su imagen para combatir el
hambre, la desnutrición y la pobreza. Es mejor un niño con diabetes que
uno con el estómago vacío.
3.-Hágase de novias
problemáticas.
Es
importante dar un rostro sensible al electorado. El amor siempre vende
en las portadas de las revistas del corazón. Convierta a los líderes de
oposición en sus novias permanentemente conflictivas. Un día lo acusarán
de celoso, posesivo y ladrón, pero al otro le prometerán pactos y
reconciliaciones. No hay quien se resista a estas historias.
4.-Combata la inseguridad con silencio.
Usted
mejor que nadie sabe que es imposible terminar con el crimen
organizado. Lo importante es que deje de estar hablando de
descuartizados, degollados y destazados. No toque más del tema y punto.
La mejor manera de resolver un conflicto es olvidándose de él.
5.- Integre un amplio equipo de aplaudidores.
Aunque
las personas medianamente inteligentes no confíen en ellos, no hay
mentira que repetida hasta la saciedad deje cierto sabor a verdad.
Contrate payasos, locutores y gritones profesionales que lo defiendan en
las somnolientas barras informativas matutinas, vespertinas, nocturnas y
dominicales. Si no logra que la ciudadanía lo adule, al menos nadie se
enterará de sus verdaderas tropelías.
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A sus anchas y en su ambiente como buen "presidente". |
6.- Amplíe la barra de reality shows.
Ordene
a sus empleados que reproduzcan en vivo las capturas de políticos
podridos y grandes capos del crimen organizado. En realidad no
perseguirá a la corrupción, ni le congelará las cuentas a sus
familiares. El sistema permanecerá idéntico. Es sólo un gran show, el
nuevo reality del Canal de las Estrellas.
7.- Ante lo inexplicable, el olvido.
Las
democracias cada día son más complejas. Requieren de autoatentados,
declaraciones de guerras contra enemigos poco definidos y creación de
crisis ficticias. Si explota un edificio oficial puede inventarse
cualquier explicación y ordenar que nadie vuelva a tocar el tema. Lo
mismo puede ocurrir con escándalos personales y extrañas muertes ligadas
a su vida privada.
8.- Escuche el dolor del pueblo, nadie se muere por escuchar.
Cite
a madres de desaparecidos, a defensores de migrantes y a personas
respetables que luchen por los derechos humanos de su prójimo.
Atiéndalos, convídeles galletas y café. Fotografíese a su lado y
ofrézcale resolver sus demandas. Claro, eso no quiere decir que las vaya
a atender o tomar en serio. Sonreír para la cámara es lo más importante
en esta nueva democracia.
9.- Incorpore la magia del cine.
No
importa que en realidad sus principales promesas de campaña estén por
los suelos. Contrate a buenos cineastas que le produzcan anuncios como
Dios manda, con música emotiva. Lo deben hacer ver más guapo,
inteligente y carismático de lo que en realidad es.
10.- Asegure su permanencia.
El
partido que lo postuló requiere aniquilar a sus enemigos. Válgase de
las trampas más ruines, amenazas, violencia, infiltración, difamaciones,
uso de dinero público… ¡Toda su tramposa imaginación cabe en las urnas!
El órgano electoral en turno mucho tiempo después reconocerá sus
irregularidades, pero no se preocupe: la realidad permanecerá intacta.
Aportación de la rival de Nº 18
Trini "Tres-chiches" Kimberly.