Si enciende velas perfumadas para que su casa huela bien, corre el riesgo de enfermar a su familia, dice un nuevo informe de la BBC.
Un equipo de científicos británicos constató que las fragancias de algunos tipos de velas –así como los desodorantes de ambientes y los productos de limpieza- no sólo producen el aroma a limón o pomelo, sino que se combinan generando formaldehído, un carcinógeno conocido.
Según informó Saleyha Ahsan en BBC Magazine, un científico del Centro Nacional de Ciencia Atmosférica de la Universidad de York se asoció con el programa de la TV británica "Trust Me, I'm a Doctor" para examinar la calidad del aire en seis casas a lo largo de cinco días.
Analizaron "sustancias orgánicas volátiles" susceptibles de ser medidas y descubrieron que una en particular prevalecía: el limoneno, un hidrocarburo líquido utilizado para producir el aroma a limón en las velas y los artículos de limpieza.
El limoneno por sí solo no es peligroso; de hecho, está presente en la cáscara del limón y se utiliza para condimentos y hasta en la medicina.
Cuando se pulveriza en el aire, en cambio, sus moléculas se combinan creando formaldehído, dijo la BBC, y agregó: "Parecería que al disfrutar el aroma de las velas perfumadas, los difusores aromáticos por enchufe, los desodorantes de ambientes y los productos de limpieza, estamos elevando nuestra exposición a un elemento desagradable".
La investigación sugiere que las familias deben tratar de no incorporar demasiados aromas artificiales en sus casas, aunque tengan nombres que suenen saludables como "Brisa Oceánica" o "Frescura cítrica".