México.- Pregúntame acerca de los momentos más
significativos en la historia de la medicina sexual, y mencionaré dos:
la creación de la pastilla anticonceptiva en los sesenta, y la
introducción del viagra en 1998.
Cuando el viagra llegó al mercado, cambió la cara
de la sexualidad para los hombres, fueran jóvenes o viejos, para
siempre. Llevó la disfunción sexual de una posición a puertas cerradas, y
la sacó a luz.
Sin embargo, también realzó el hecho de que la investigación sobre la
sexualidad de las mujeres y su tratamiento se había quedado
considerablemente rezagada, aunque estudios informan que el 43% de las
mujeres han experimentado, o están experimentando, alguna forma de
disfunción sexual.
En 2004 la Fundación Americana de Trastornos Urológicos identificó
distintas categorías de diagnóstico para las afecciones más comunes
respecto al funcionamiento sexual de la mujer: trastorno del deseo
sexual hipoactivo, trastorno de la excitación sexual, trastorno del
orgasmo y trastornos de dolor como dispareunia y vaginismo.
Esto es lo que debes saber acerca de cada uno:
· Trastorno del deseo sexual hipoactivo
El trastorno del deseo sexual hipoactivo se define como la ausencia de
pensamientos o sentimientos sexuales. Este es uno de los problemas más
frecuentes que se presentan en el caso de las mujeres. Para ellas, puede
ser estresante y puede tener un impacto negativo en sus relaciones.
Las causas incluyen un historial de trauma sexual, la calidad de la
relación actual de una mujer (simplemente no te quiero...), el
desequilibrio hormonal y la depresión o ansiedad.
Cuando las pacientes llegan a verme por estos padecimientos, usualmente
les pregunto si fantasean acerca de actores, modelos o incluso con el
chico que limpia la piscina. Si su respuesta es afirmativa, entonces es
más probable que sea un problema de relación, no uno fisiológico y/o
biológico. Para las mujeres, es difícil desconectar la pelea que
tuvieron con su cónyuge ese día o el hecho de que él constantemente las
molesta con algo que no les gusta.
La mayoría de veces, la solución es la comunicación y pasar tiempo de
calidad juntos. Por lo general, lo que receto es una cita sexual.
Inténtalo, ¡tal vez te guste!
· Trastorno de la excitación sexual
El trastorno de la excitación sexual se define como la incapacidad de
lograr o mantener una lubricación adecuada después de suficiente
estimulación. A menudo coincide con el trastorno del deseo sexual.
También puede depender de la etapa de la vida en la que la mujer se
encuentra.
La menopausia, por ejemplo, la cual se caracteriza por una considerable
pérdida de estrógeno, puede tener un enorme impacto en la actividad
sexual de una mujer. La pérdida de estrógeno puede llevar a la pérdida
de lubricación vaginal y causar atrofia vaginal, algo que puede ser
doloroso.
Para las mujeres que no están en la menopausia, el trastorno sexual
puede deberse a un bajo flujo de sangre hacia los labios, escasa
habilidad de su compañero, hormonas y otros factores. A las mujeres les
han recetado viagra para ayudar a incrementar la excitación de la vulva,
pero no está aprobado por la Agencia de Alimentos y Medicamentos para
su uso en mujeres.
La excitación sexual y el deseo a veces van de la mano. Los hombres
tienden a olvidar que las mujeres necesitan de un juego previo más
prolongado; se necesita más o menos 15 minutos para alcanzar por
completo la excitación.
Para las mujeres, el juego previo no es solo físico, sino mental...
inicia mucho antes de que entres a la habitación. Así que empieza el
juego previo antes de llegar a la cama. Los correos electrónicos,
mensajes de texto e incluso sacar la basura traen buenos resultados.
· Trastorno del orgasmo
El trastorno del orgasmo se define como la incapacidad de lograr el
orgasmo. Para lograr el orgasmo, es necesario poder alcanzar la
excitación, ya sea física y/o mentalmente.
Para muchas mujeres, los orgasmos son difíciles de alcanzar porque ellas
no pueden concentrarse en el momento. Están pensando en otra serie de
cosas que las distraen de sentir y estar presente.
Además, muchas mujeres no conocen sus cuerpos y/o les cuesta hablar
sobre lo que las hace sentirse bien. ¿Cómo puedes abogar por la mejora
si no comprendes lo que estás tratando de mejorar?
A veces, mejorar el orgasmo puede ser tan fácil como cambiar tu posición
sexual. Cambiar a una mujer de la posición de misionero a la posición
de encima, puede ayudar a darle una mayor estimulación del clítoris, así
como el control de la profundidad de la penetración y el ritmo del
impulso.
· Trastornos de dolor
Los trastornos de dolor son comunes en las mujeres. En algún momento en
la vida de una mujer, muchas experimentarán sexo doloroso.
La dispareunia se define como un dolor genital persistente o recurrente
que ocurre antes, durante o después del acto sexual. El vaginismo es el
espasmo involuntario de los músculos de las paredes vaginales. Hay una
variedad de causas para estos trastornos de dolor que incluyen
lubricación insuficiente, trauma, cirugías, irritación y factores
emocionales.
Hace unos meses, Osphena salió al mercado y le ha cambiado la vida a
algunas mujeres que padecían trastornos de dolor ocasionados por los
síntomas de la menopausia. Por otro lado, en el tratamiento del
vaginismo se utiliza una variedad de dilatadores vaginales de tamaños
que van en aumento, usualmente en conjunto con terapia.
Cuando una paciente viene a consulta por este tema, yo siempre pregunto
si utilizan látex ya que puede tratarse de una alergia, o si utilizan un
lubricante a base de agua. Los lubricantes a base de agua tienden a
secarse más rápido, por lo que deben aplicarse en repetidas ocasiones.
El secado puede llevar a pequeños desgarres vaginales debido a la
fricción. Los lubricantes basados en silicona tienden a ser más
resbaladizos y necesitan menos aplicaciones, lo que a menudo significa
que habrá menos desgarres.
· Problemas hormonales
Biológicamente, las mujeres y los hombres son totalmente diferentes en
su composición hormonal; sin embargo, compartimos algunas de las mismas
hormonas en distintas cantidades. La testosterona y el estrógeno son
nuestras hormonas principales y se ha encontrado que juegan un papel
importante en nuestra respuesta sexual.
La testosterona, cuando está en un nivel bajo en los hombres, puede
llevar a una disminución del deseo y a erecciones menos firmes Las
mujeres también necesitan testosterona para el deseo. La investigación
ha demostrado que las píldoras anticonceptivas tienden a unirse a la
testosterona libre que se encuentra en la sangre de las mujeres, lo que
deja poco para alimentar el deseo.
Ha habido muchas conversaciones respecto a que se le recete testosterona
a las mujeres para mejorar el funcionamiento sexual. A pesar de la
controversia, en el 2006, hubo más de 1,3 recetas de testosterona para
mujeres. Las mujeres evidentemente están listas para cambiar la
situación actual y reclamar su derecho al buen sexo.
Simplemente inicia con la pregunta "¿Dónde está mi orgasmo?"