Ha sido expulsado de Australia y Gran Bretaña por utilizar violencia sexual y psicológica al “conquistar” a las mujeres.
Odiado por cientos de mujeres en el mundo, él se considera un artista de la seducción, pero la vox populli dice lo contrario. Julien nunca fue un chico popular con las mujeres, pero cuando creció decidió que esto cambiaría. Decidió convertirse en un coach de tácticas de conquista y se inspiró en el libro The Game de Neil Strauss, con base en el cual creó un método de conquista que sirve para aconsejar a los otros hombres sobre cómo conquistar a cualquier mujer, por muy atractiva que esta sea. Sin embargo, las tácticas, lejos de ser románticas
son machistas e incluso violentas, pues promueven el abuso psicológico y
maltrato contra la mujer.
Este suizo-estadounidense fue expulsado de
Australia y Gran Bretaña, pues en ambos países consideran sus consejos
como alicientes para aumentar los niveles de acoso sexual, un tema muy
delicado en específico en esas naciones. Durante sus conferencias promueve técnicas que se
ubican en el borde de la intimidación, el abuso emocional, aislamiento,
así como negar y culpar al otro. Basado en un modelo que fácilmente podría ubicarse
en el sadismo y el masoquismo, este hombre aconseja, durante charlas
pagadas y lecturas, sobre cómo conquistar a una chica. De igual forma se han viralizado videos en los
cuales se muestra como durante las conferencias incita a los hombres a
tomar a su pareja por el cuello para luego poner su cabeza en la
entrepierna. Según Blanc, estas estrategias permiten que una
mujer lejos de terminar la relación, se sienta más unida al maltratador,
lo cual muestra en una fotografía en Twitter, que reemplazó la imagen,
que originalmente prevenía la violencia doméstica, la cambió para
publicar el hashtag #HowToMakeHerStay (Cómo hacer que ella se quede).
La revista
Time ha bautizado a Blanc como
“El hombre más odiado del mundo”, lo
que no ha sido más que otra manera de hacer propaganda a un hombre que
defiende la violencia sexual. Aunque lo peor, son los alumnos que acuden
a sus seminarios, que llegan a pagar mil 600 euros bajo la promesa de
que con sus técnicas “podrás ligarte a una modelo europea cada semana”.