La postura de un hombre nos habla de su pasado. La
sola posición de sus hombros nos da la pauta de las penurias sufridas,
de su furia contenida o de una personalidad tímida. En centros de
investigación como el Instituto Esalen, se considera que algunas veces
los problemas psicológicos personales coinciden con la estructura
corporal. Cuando una mujer atraviesa un largo período
depresivo, su cuerpo se descontrola, los hombros se encorvan bajo el
peso de sus problemas. Tal vez desaparece el motivo de su depresión pero
la postura se mantiene igual, algunos músculos se han acortado, otros
se han estirado y se ha formado un nuevo tejido conjuntivo. Debido a que
su cuerpo aún continúa agobiado, sigue sintiéndose deprimida. Es
posible sin embargo, que si su cuerpo pudiera re-disciplinarse y volver a
su equilibrio adecuado, mejorarían también sus condiciones psíquicas.
Estas teorías forman parte de la Medicina psicosomática, que señala que
el estado del cuerpo afecta al de la mente, y viceversa.
La postura no es solamente una clave acerca del
carácter; también es una expresión de la actitud. En efecto, muchos de
los estudios psicológicos realizados sobre la postura la analizan según
lo que revela acerca de los sentimientos de un individuo con respecto a
las personas que lo rodean.
La postura es el elemento más fácil para observar e interpretar dentro
de la comunicación no verbal. Las posturas constantemente nos envían
señales y mensajes sobre los juicios, opiniones y sentimientos de una
persona, con respecto a una situación u otra persona. El
90% de nuestra comunicación es no verbal, puro lenguaje corporal. Esto
es un análisis sobre los gestos que generamos las personas, que nos
sirve como herramienta para lograr entender los pensamientos y
emociones:
Gesto de acariciarse la mandíbula:
Toma de decisiones
Gesto de entrelazar los dedos:
Autoridad
Gesto de dar un tirón al oído:
Inseguridad
Gesto de mirar hacia abajo:
No creer en lo que se escucha
Gesto de frotarse las manos:
Impaciencia
Gesto de apretarse la nariz:
Evaluación negativa
Gesto de golpear ligeramente los dedos:
Impaciencia
Gesto de sentarse con las manos agarrando la cabeza por detrás:
Seguridad en sí mismo y superioridad.
Gesto de inclinar la cabeza:
Interés
Gesto de palma de la mano abierta:
Sinceridad, franqueza e inocencia.
Gesto de caminar erguido:
Confianza y seguridad en sí mismo.
Gesto de ararse con las manos en las caderas:
Buena disposición para hacer algo.
Gesto de jugar con el cabello:
Falta de confianza en sí mismo e inseguridad.
Gesto de comerse las uñas:
Inseguridad o nervios
Gesto de la cabeza descansando sobre las manos o mirar hacia el suelo:
Aburrimiento
Gesto de unir los tobillos:
Aprensión
Gesto de manos agarradas hacia la espalda:
Furia, ira, frustración y aprensión.
Gesto de cruzar las piernas, balanceando ligeramente el pie:
Aburrimiento
Gesto de brazos cruzados a la altura del pecho:
Actitud a la defensiva.
Gesto de caminar con las manos en los bolsillos o con los hombros encorvados:
Abatimiento
Gesto de manos en las mejillas:
Evaluación
Gesto de frotarse un ojo:
Dudas
Gesto de tocarse ligeramente la nariz:
Mentir, dudar o rechazar algo.
¿Una sonrisa es una manifestación espontánea de satisfacción por algo?
No siempre esto es así, la mayoría de las veces la sonrisa es un gesto
forzado y se convierte en una especie de máscara para nuestros
verdaderos sentimientos, es el gesto llamado sonrisa profesional.
Gesto de jugar con un lápiz o un objeto cualquiera:
Es evidente que lo que esta persona nos provoca con este gesto es
nerviosismo, inquietud, ansiedad, en realidad estamos tratando de ganar
tiempo y preparándonos para dar una respuesta adecuada.
Gesto de mirar el reloj mientras se habla:
Denota prisa e intranquilidad.
Gesto de mirar el reloj mientras otra persona habla:
Es un gesto rudo que revela impaciencia.
Gesto de tamborilear los dedos sobre una superficie:
Denota intranquilidad impaciencia.
Silbar mientras se camina por un lugar solitario:
No estamos llamando la atención; estamos simplemente haciendo un ajuste
psicológico por el temor de recibir cualquier tipo de agresión
inesperada.
Gesto de pisadas repetidas en el suelo mientras se está estático:
Sugiere nerviosismo, impaciencia, intranquilidad. Se está acumulando tensión y es posible que ésta estalle en cualquier momento.
Gesto de arreglarse el pelo con la mano:
Es un gesto muy femenino; sugiere provocación discreta, coqueteo.
Gesto de ajustarse el nudo de la corbata con la mano:
Es un gesto equivalente al anterior. El mismo mensaje de me gustas puede
manifestarse con el gesto de arreglarse el pliegue del pantalón, las
solapas de la chaqueta, el pañuelo en el bolsillo de al chaqueta, etc.
Gesto, en las mujeres, de morderse los labios con la punta de la lengua:
Es un gesto de mensaje abiertamente sexual, de provocación sutil.
Gesto de morder un labio con el otro:
El mismo mensaje anterior, sugiere cierta timidez actitud nerviosa.
Gesto de acariciar un objeto determinado inconscientemente:
Es un gesto que denota sensualidad, es un gesto típico de los individuos de sexualidad desarrollada.
Gesto de una sonrisa con una mirada directa y prolongada (10 segundos o más):
Sugiere provocación discreta y coqueteo.
Gesto de la clásica mirada de arriba, abajo:
Es característica de la persona que es muy sensual.
Gesto de la palma de la mano abierta en todo momento:
Es un gesto característico de las personas sinceras.
Gesto del puño cerrado:
Revela tensión, nerviosismo, con este gesto se oculta la verdad.
Gesto de los hombros caídos:
Sugiere depresión, incapacidad para hacerle frente a ciertas situaciones en la vida.
Gesto de sentarse con las dos piernas unidas paralelamente:
Denota una personalidad ordenada y cuidadosa.
Gesto de cruzar la pierna en un ángulo de 90º al nivel de la rodilla
Es ambicioso. competitivo. Es un gesto poco común en las mujeres.
Gesto de sentarse sobre una pierna:
Sugiere una personalidad muy conformista a quien no le es fácil tomar decisiones.
Gesto de la mujer que se sienta con las piernas abiertas:
Revela independencia, un concepto muy definido de su imagen.
La persona camina muy a prisa:
Sugiere una personalidad dinámica, inquieta, ansiosa por cumplir metas que se ha trazado en un tiempo determinado.
Si el individuo camina con pasos vacilantes, y no mantiene una relación recta al caminar:
Denota una personalidad vacilante, errática, insegura, tímida y cansada por los embates recibidos en la vida.
Gesto de echarse hacia atrás en una butaca:
Sugiere confianza en uno mismo
Gesto de poner los pies sobre la mesa:
Denota relajamiento total, control absoluto.
Cuando se llama la atención por la ropa y forma en que uno se viste:
No sólo se proyecta una personalidad exhibicionista, sino se demuestra un carácter rebelde, independiente.
Un tono de voz demasiado alto:
Sugiere una personalidad agresiva capaz de actuar con violencia en un momento determinado.
Observar estos elementos puede proveernos importante mensajes, hasta
reveladores. Pero es importante recordar que la comunicación humana es
extremadamente compleja, y uno debe ser prudente al interpretar el
lenguaje corporal.