Desde que se lanzó la primera película de la saga de "La Guerra de las Galaxias", millones de niños y no tan niños han soñado con tener un sable de luz como el que llevaban los maestros "Jedi". Hasta ahora se han tenido que conformar con una versión de juguete.
Pero ahora quizás ese sueño pueda cumplirse después de que un grupo de científicos desarrollara de forma accidental una tecnología que, teóricamente, podría ser usada para construir una espada láser real.
Según la revista Nature, investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos,lograron unir unos fotones con otros para formar moléculas que dan forma a un estado de la materia.
Hasta ahora, los fotones se habían descrito como partículas sin masa que no interactúan entre sí, de forma tal que si se cruzan dos rayos láser simplemente se atraviesan el uno al otro.
"Lo que hemos hecho es crear un medio especial en el que todos los fotones interactúan entre sí tan fuertemente que comienzan a comportarse como si tuvieran masa hasta unirse para formar moléculas. Este tipo de estado de enlace fotónico ha sido discutido teóricamente durante bastante tiempo, pero nunca había sido observado", explicó el profesor del MIT Mikhail Lukin.
El golpeteo entre las moléculas podría incluso ser usado como una herramienta parecida a las espadas láser que se ven en "La Guerra de las Galaxias".
"No es una analogía inapropiada comparar esto con espadas láser", aseguró Lukin.
Para conseguir estos fotones tan especiales, los investigadores recurrieron a condiciones extremas.
Primero bombardearon átomos de rubidio en una cámara al vacío y luego utilizaron láser para enfriar la nube de átomos a unos pocos grados por encima del cero absoluto (-273,15° C). Y usando pulsos de láser extremadamente débiles, dispararon fotones individuales a la nube.
A medida que los fotones se movían dentro de la nube, su energía era liberada átomo por átomo hasta que finalmente salían de la nube.
"Cuando el fotón abandona el medio, su identidad se conserva", afirmó Lukin.
"Es el mismo efecto que vemos con la refracción de la luz en un vaso de agua. La luz entra en el agua y deja parte de su energía en el medio, en el que existe como luz y materia acopladas entre sí, pero cuando sale sigue siendo luz. El proceso en la nube de átomos es el mismo, pero más extremo".
Cortesía del Saludos