lunes, 30 de septiembre de 2013
Lo maravilloso de los besos...
México.- Un beso es mucho más de lo que muchos
piensan que es. No se trata únicamente de un símbolo cultural que
adquiere un significado dentro de un marco social determinado, tiene un
significado más biológico.
Un beso romántico es un intercambio explosivo de
información entre dos individuos, que desata una serie de procesos
inconscientes capaces de identificar un sinfín de caracteres acerca de
la otra persona.
Un beso es capaz de revelar si somos o no genéticamente compatibles con la otra persona, analizando nuestra viabilidad reproductiva.
El primer beso es determinante en ese sentido. Los estudios revelan que luego de establecerse esa primera conexión, puede romperse fácilmente el vínculo.
Si nuestro cerebro decide que la otra persona no es compatible genéticamente con nosotros, tenderemos a perder el interés en ella.
Existe también una diferencia importante en lo que significa para hombres y mujeres un beso. Mientras que los primeros son más proclives a mantener relaciones sexuales sin la intermediación de un beso, las mujeres sienten la necesidad de hacerlo antes, durante y después de un encuentro sexual.
Los hombres, tienden más a besar con la boca abierta y a iniciar el contacto con la lengua. Esto se debe a que la presencia de testosterona en la saliva de los hombres estimula la libido femenina. Además, los besos liberan mucha mayor cantidad de oxitocina en los hombres que en las mujeres, una hormona que potencia el vínculo emocional.
Un beso es capaz de revelar si somos o no genéticamente compatibles con la otra persona, analizando nuestra viabilidad reproductiva.
El primer beso es determinante en ese sentido. Los estudios revelan que luego de establecerse esa primera conexión, puede romperse fácilmente el vínculo.
Si nuestro cerebro decide que la otra persona no es compatible genéticamente con nosotros, tenderemos a perder el interés en ella.
Existe también una diferencia importante en lo que significa para hombres y mujeres un beso. Mientras que los primeros son más proclives a mantener relaciones sexuales sin la intermediación de un beso, las mujeres sienten la necesidad de hacerlo antes, durante y después de un encuentro sexual.
Los hombres, tienden más a besar con la boca abierta y a iniciar el contacto con la lengua. Esto se debe a que la presencia de testosterona en la saliva de los hombres estimula la libido femenina. Además, los besos liberan mucha mayor cantidad de oxitocina en los hombres que en las mujeres, una hormona que potencia el vínculo emocional.
BY GOOGLE
Etiquetas:
A la chingada,
besos,
chihuahua,
google,
sexualidad
John Wayne Gacy – El Payaso Asesino
John Wayne Gacy – El Payaso Asesino
"No se sabe qué produjo más espanto a los ciudadanos del
Chicago de hace 24 años: si el hecho de que 33 jóvenes hubieran muerto
salvajemente torturados, o el de descubrir que su asesino era uno de los
vecinos más amables, caritativos y respetables del lugar… "
Una historia real acerca de como ustedes blogueros descubriran que
el mal humano se esconde en lugares todavía menos accesibles que una arteria
cerebral colapsada, como la que tenía Gacy desde que se cayera en el jardín de
su casa cuando era niño y que, según algunos expertos, transformó su cerebro en
una mente psicopática. Quizás el mal anide en las entrañas del alma de algunos
hombres que parecen, pero sólo parecen, buenos.
No cabría otra forma de
calificar a un ciudadano tan ejemplar como John. Era un eficaz hombre de
negocios, dedicado plenamente a hacer crecer su empresa de albañilería y
decoración, a cuidar de su casa, a amar a su segunda esposa y a cultivar las
relaciones sociales. El tiempo libre siempre lo dedicaba a los demás:
organizaba las fiestas vecinales más famosas del barrio, se vestía de payaso y
amenizaba las tardes de los niños ingresados en el hospital local. Incluso fue
tentado por la política y se presentó como candidato a concejal. Y lo habría
llegado a ser si no se hubiera cruzado en su camino el joven Jeffrey Rignall y
su tenaz lucha por la supervivencia.
El 22 de mayo de 1978,
Rignall decidió salir a tomar unas copas en alguno de los bares del New Town de
Chicago. Mientras paseaba, ya de noche, un coche le cortó el paso. Un hombre de
mediana edad y peso excesivo se ofreció para llevarle a la zona de bares más
famosa del lugar. Rignall, osado, despreocupado, acostumbrado a viajar haciendo
auto stop y, sobre todo, harto de pasar frío, aceptó la invitación sin
sospechar que aquel hombre, en un descuido, le iba a atacar desde el asiento
del conductor y a taparle la nariz violentamente con un pañuelo impregnado de
cloroformo.
Gacy era un ciudadano
ejemplar, un hombre eficaz para los negocios, buen esposo y hábil para
socializar. En su tiempo libre, solía vestirse de payaso y entretener a los
niños ingresados en el hospital local
Algunas
de sus víctimas de izquierda a derecha y de arriba a abajo: John Butkovitch (17
años), John Szyc (19), Randall Reffett (15), John Mowery (19), Sam Stapleton
(14), Rick Johnson (17), William Carroll (16), Matthew Bowman (19), Russell
Nelson (21), Darrell Sampson (18), Gregory Godzik (17) y Robert Piest (15).
Un jardín que olía demasiado mal
La vida social del hombre que los fines de semana se vestía de
payaso para entretener a los niños enfermos en varios hospitales subía como la
espuma. Dos de sus fiestas más sonadas, una al estilo “vaquero” y otra
hawaiana, llegaron a congregar en su casa a más de trescientas personas. Todas
regresaron a sus domicilios comentando dos cosas: lo agradable que era aquel
ciudadano regordete, bonachón y trabajador y lo mal que olía su jardín. Porque
era la comidilla del barrio que un
terrible hedor fluía por las calles cercanas a la casa de Gacy y su segunda
esposa. Ésta estaba convencida de que bajo las cañerías de su casa había algún
nido de ratas muertas. Él aseguraba que el olor se filtraba desde un vertedero
cercano y siempre estaba posponiendo una supuesta visita al ayuntamiento para
tratar de arreglar el problema. Ningún vecino supo reconocer el tufo de los
restos humanos, por eso, ninguno llegó a sospechar el acontecimiento que estaba
a punto de sacudir la armoniosa vida de Sumerdale Avenue. En diciembre de 1978, la madre del joven de 15 años Robert Piest
empezó a impacientarse al ver que no regresaba del trabajo. El chico se ganaba
un dinero extra ayudando en una farmacia, y estaba a punto de entrevistarse con
un tal Gacy que le había ofrecido mejorar su situación si trabajaba como
albañil para él. La desaparición de Robert fue puesta en conocimiento del
teniente Kozenczak del Departamento de Policía de Des Plaines. Entre sus
pesquisas, el agente hizo una llamada a Gacy, ya que su nombre aparecía entre
los papeles del chico. Por supuesto, el ciudadano Gacy no acudió a la cita (se
excusó diciendo que estaba enfermo), pero se presentó voluntariamente en la
comisaría al día siguiente.
Antes de morir por inyección letal exclamó:“¡Besenme el culo!”
BY GOOGLE
La esposa de Nalgaro
Jumanji En Vivo En El DF
Como se que los lunes nadie quiere leer los post's, les dejo un video de unos potros desbocados en las calles de la ciudad de México.
A los weyes policias se les soltaron y ya andaban haciendo su desmadre.
Los mitos de el chocolate y ¿Por què es tan adictivo?.
Si tu pasiòn es el chocolate, èsto seguro te interesarà:
- El chocolate amargo tiene menos calorías que el chocolate con leche
En realidad, tanto el chocolate
amargo como el chocolate con leche contienen aproximadamente la misma
cantidad de calorías por cada 100 gramos, que es aproximadamente 550
calorías. Pero el chocolate amargo contiene más cacao, que tiene
beneficios para la salud.
- El chocolate provoca acné
Algunas personas consideran que su
piel es más sensible al chocolate y por eso prefieren evitarlo. Pero no
hay ninguna evidencia de una relación en este sentido.
- El chocolate causa migrañas
El chocolate contiene pequeñas
cantidades de tiramina y feniletilamina, que son aminoácidos de la
proteína en el chocolate. Ambos pueden desencadenar una crisis de
migraña. Sin embargo, no hay evidencia para sugerir que el chocolate por
sí solo es la causa.
- El chocolate engorda
Todo depende de la cantidad que se
coma. Comer una barra de chocolate grande todos los días adicional de la
ingesta diaria de comida habitual sí podría dar lugar a algún aumento
de peso. Sin embargo, como parte de una dieta sana y equilibrada que
incluya 30 minutos de ejercicio cinco veces por la semana, el chocolate
no generará un aumento de peso.
Un reciente estudio
sugiere que los deseos por el chocolate no son un fenómeno moderno. De
hecho, la adicción al chocolate podría datar de más allá del siglo
XVIII.
Hace unos 2.000 años los mayas ya tomaban una
bebida que preparaban con agua y granos de cacao, ingredientes básicos
del chocolate, que asaban y molían.
En el siglo XIV los aztecas hacían bebidas de
chocolate con distintos sabores y usaban los granos de cacao para tratar
una serie de dolencias comunes.
Sin embargo, en el siglo XVIII un joven médico
de México llamado José Bartolache comenzó a considerar al chocolate como
algo dañino. Culpaba el excesivo consumo de chocolate por la histeria
que sufrían algunas mujeres y monjas en distintas ciudades mexicanas. El chocolate amargo que las monjas mexicanas
comían en ese entonces no tiene nada que ver con el dulce y saborizado
chocolate con leche que disfrutamos hoy en día. Sin embargo, es entendible la reacción que tuvieron al saber que no podían consumirlo más.
Muchas personas afirman sentir antojo por el chocolate y disfrutar de la sensación que induce su consumo. La clave de esta sensación podría ser una sustancia química llamada anandamida, que es similar a los compuestos liberados cuando se consume cannabis (marihuana).
Cuando comemos chocolate, la anandamida se libera en pequeñas cantidades y crea una sensación relajante.
El profesor Philip K. Wilson, coautor del libro "Chocolate as Medicine - A Quest over the Centuries", afirma que lo que verdaderamente hay detrás de las cualidades afrodisíacas del chocolate todavía está por descubrirse. "Es difícil determinar qué sustancias químicas
están contribuyendo a cuáles funciones psicológicas. Hay más de 500
sustancias químicas en los chocolates que consumimos, por lo que deben
realizarse análisis que tardarán toda una vida", advierte Wilson. Su impresión es que la textura "casi seductora" de chocolate es tan importante como sus ingredientes.
Placeres del sabor y del aroma
El doctor Barry Smith, director del Centro para
el Estudio de los Sentidos de la Universidad de Birkbeck en Londres,
concuerda con Wilson.
Smith comenta que la combinación de la suavidad y
la cremosidad del chocolate en la boca, la dulzura de su sabor,
impulsado por aromas como el de la vainilla, incluso antes de que llegue
a las papilas gustativas, hace que comer chocolate sea una experiencia
sumamente placentera.
Y esto contrasta con otras comidas.
Experimento con chocolate
Smith recomienda hacer un experimento: tomarse
el tiempo para saborear un trozo de chocolate. Y, después, comparar la
experiencia comiéndolo rápidamente.
"Cuando lo empiece a comer, dele vuelta en la boca para que se derrita y acaricie la lengua".
"Los receptores que tenemos en la lengua
responden a esta caricia y provocan una sensación diferente a lo que
pasa simplemente cuando hay un contacto rápido".
"Por eso nos gusta un vino aterciopelado o la crema doble. Es la sensación producida en la lengua".
Tanto los hombres como las mujeres pueden
experimentar el placer del chocolate, pero el sentido superior del
olfato de las mujeres implica que ellas pueden ser más propensas a
disfrutar de esta sensación.
Y sin embargo, no todos los países y las culturas tienen antojo por el chocolate.
El deseo de lo prohibido
Hay una teoría que afirma que como el chocolate
es percibido como un "mal alimento", debido a su contenido de azúcar y
grasa, y tratamos de evitar su consumo, esto nos lleva a desearlo,
porque es algo que está prohibido.
Sin embargo, en los últimos años su imagen en la
prensa ha mejorado hasta el punto de que ahora se sabe que tiene
algunos beneficios para la salud.
El tipo de polifenoles presentes en los granos
de cacao, conocidos como flavonoides, son antioxidantes y hay alguna
evidencia de que su acción puede ayudar a proteger el corazón. Pero sólo
como parte de una dieta sana y equilibrada.
En cuanto a si el chocolate realmente puede
mejorar nuestro estado de ánimo, hay pruebas limitadas sobre ello, según
los neurocientíficos.
Sin embargo, millones de mujeres (y monjas) no pueden estar equivocadas, ¿no?
Nº 18
Chocolate Edition.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)