martes, 1 de abril de 2014

Los muertos del Everest


Si la palabra Everest es la de mayor atractivo en el mundo de las montañas, los muertos de esta montaña es el tema más irresistible de conversación que trate sobre el techo del mundo. No es extraño, si se tiene e cuenta la cantidad de personas que han perdido la vida en esta montaña y lo truculento que resultan muchos detalles de estas muertes. Los datos más contrastados señalan que hasta esta temporada, inicios del mes de abril de 2013, habían fallecido en el Everest unas 240 personas. La cifra se ha quedado ya vieja.

Uno de los documentos que más sorprende a los novatos que llegan al Nepal con la intención de ascender un ochomil es el denominado 'Body disposal form' (algo así como el formulario de disposición del cuerpo), un impreso que se firma como si se tratase del contrato del cocinero de la expedición. Aunque es bastante diferente. Por el mismo, el alpinista elige qué hacer con su cuerpo si durante las siguientes semanas muere en la montaña. Basta con poner una cruz en una de las tres casillas. La primera significa dejar el cadáver en la montaña, la segunda, retornarlo a Katmandú y la tercera regresarlo a casa. 
El documento data de los 90, momento en que el alpinismo de alta cota del Himalaya se masifica. Antes de aquellas fechas, cuando alguien moría, si el cadáver estaba en un lugar accesible era rescatado, si no quedaba allí para siempre, sin que esto escandalizase a nadie de la comunidad montañera. Dada la naturaleza del terreno, la mayoría de las personas que han muerto en el Everest (y en el resto de grandes montañas del mundo) permanecen allí.

Cadáveres como señales
El que haya varios muertos esparcidos a lo largo de las rutas normales de la montaña y que los aspirantes a la cima pasen ante ellos o, incluso, como ha ocurrido en el pasaje del segundo escalón, en la arista norte, prácticamente se hayan tenido que apoyar en ellos para subir. O, como ocurre con el conocido como 'Botas verdes', un cadáver así llamado por el color de sus botas, que se utilice como referencia. «Quedan tres horas de subida hasta Botas verdes», por ejemplo, son hechos con connotaciones bastante truculentas.

El lugar está en la arista sur, en el camino habitual de subida al Everest. Se trata de una pequeña oquedad situada a 8.500 metros ante la que se pasa y donde en 1996 falleció por agotamiento este alpinista indio llamado Paljor Tsewang. En el mismo punto se refugió en 2006 el británico David Sharp, en su bajada de la cumbre, adonde llegó la víspera al anochecer. Había agotado su provisión de oxígeno embotellado y estaba exhausto tras pasar una noche heladora a la intemperie. Ante él pasaron al menos 40 alpinistas rumbo a la cima al amanecer siguiente. Excepto alguna indicación, nadie hizo nada por socorrerle. Sólo el sherpa Dawa intentó levantarle, dándole unas bocanadas de oxígeno artificial, pero fue inútil dado su agotamiento.

La cumbre antes que una vida
Entre los que subían estaba el neozelandés Mark Inglis, que aquel día se convirtió en el primer amputado de ambas piernas que subió al Everest. Cuando llegó a la altura de Sharp se lo comunicó por radio al jefe de su agencia, el también neozelandés Russell Brice, afamado alpinista y gran conocedor de la montaña más alta de la Tierra, quien desde el campamento base le contestó: «Amigo, no puedes hacer nada. Él ha estado allí muchas horas sin oxígeno. Él está realmente muerto».


Todos continuaron hacia la cima y dejaron abandonado al británico, que murió al poco tiempo. Nadie duda de que con el concurso de los que subían, David Sharp podía haber sido evacuado, pero si hubiera sido así, quienes hubiesen participado en el rescate se habrían quedado sin subir al Everest. Nadie quiso cambiar su posibilidad de triunfo por una vida humana. El neozelandés y primer conquistador del Everest, Edmund Hillary, fue especialmente duro con esta actitud, denunciando algo de sobra conocido en la comunidad montañera: «Subir al Everest se ha convertido en algo horrible. No les preocupa en absoluto dejar a alguien morir tirado bajo una roca. Su prioridad es llegar a la cima y anteponen su satisfación personal a la supervivencia de un semejante».

Las crónicas desbordan relatos de semejante calaña, como los alpinistas que llegaron al campamento tres de la cara Norte, a 8.300 metros de altura en una ladera inclinada, sin apenas plataformas horizontales. Plantaron la tienda en el único sitio que encontraron: sobre otra destrozada que había quedado allí de la temporada anterior. A mitad de la noche, uno de ellos, incómodo porque se estaba clavando una piedra, removió el suelo hasta que dio con lo que le molestaba, tras coger la pretendida piedra, comprobó que era un brazo que estaba dentro de la vieja tienda.

Morbo y amarillismo
Hasta siete cuerpos resultan visibles en la ruta normal de la cara norte, más letal que la cara Sur si atendemos a lo que señalan las estadísticas. En la ruta nepalesa hay al menos otros cinco, aunque son menos visibles. La mayor presencia de sherpas en este lado ha posibilitado retirarlos a lugares apartados y semienterrarlos en oquedades o colocarles algunas piedras por encima para ocultarlos de la vista. A pesar de eso, son visibles en el último tramo de la escalada, a partir de la llamada Balconada y en el entorno de la cumbre sur, a 8.750 metros de altura.

El morbo supera al respeto y la sensibilidad, de manera que los medios se dejan arrastrar por un amarillismo ante el que sucumbe su público. Para comprender el porqué se producen estos hechos deben conocerse las circunstancias extremas de estas montañas y las dificultades que suponen bajar a un muerto desde aquellas alturas.

Rescatar un cuerpo desde allí arriba exige la participación de, al menos, media docena de sherpas (los occidentales están menos capacitados para participar). Si el cadáver está por encima de los ocho mil metros, se tardaría un mínimo de cinco días, con el consiguiente riesgo para los rescatadores. Aparte de ello, la repatriación supone un gasto nunca inferior a 25.000 euros. La evolución de los helicópteros y, sobre todo, de su pilotaje en alta cota ha hecho más o menos habituales los rescates del campamento 2 a 6.200 metros. Siempre por la cara sur, ya que las autoridades chinas no permiten el vuelo de estos aparatos dentro de su territorio.

Pero esto sólo es posible para aquellos muertos que quedan a la vista, la mayoría se despeña, cae a una grieta o se precipita por abismos de tres mil metros, desapareciendo su cuerpo para siempre entre los hielos.

la accion de los pensamientos negativos


pensamientos  negativos

LA ACCIÓN DE LOS PENSAMIENTOS NEGATIVOS:
MENOSPRECIO, RESENTIMIENTO



No siempre nos damos cuenta de la acción negativa de la crítica interna, apareciendo a veces dibujada bajo el sentimiento de depresión. No siempre somos objetivos y nos damos cuenta que cuando criticamos al mundo externo, estamos evitando el ataque de la crítica contra nosotros mismos, con su consecuente desvalorización. Cuanto más criticados hayamos sido durante nuestra infancia, más difícil es darnos cuenta que el problema no está tanto en el exterior como en el interior.
En general las personas que parecen muy seguras de sí mismas y que siempre están dispuestas a abrir juicio sobre los demás, suelen ser muy vulnerables en su interior y muy autocríticos. Un enjuiciador es la demostración clara de que bajo su superficie hay un crítico interno poderoso y con mucha frecuencia proyecta esta actitud en personas a las que acusan de juzgarlos. Suele ser el caso de personas cuyos padres eran muy críticos con ellos y viven toda la vida como niños rebeldes, proyectando sus críticos internos en las autoridades del mundo exterior que les recuerdan a sus progenitores.
Es importante darnos cuenta que los juicios son pensamientos que viven dentro de nuestra mente, son pensamientos negativos, poseen energía y sentimientos negativos: depresión, desvalorización, mortificación, inseguridad, amargura, miedo, etc. Estos sentimientos negativos tienen su correlato en acciones negativas que pueden llegar a la retracción, aislamiento y empobrecimiento humano y social de la persona que los padece.
La solución de este conflicto no pasa por someterse a la crítica de los pensamientos negativos, ni oponerse a ella a través de un acto de rebeldía, sino entender que esto es una dificultad que debe ser tratada como un desequilibrio energético emocional que compromete al ser humano en su totalidad.
No hay sustancias químicas que curen el menosprecio; las medicinas con las que se pueden revertir estos desequilibrios emocionales son la Medicina Homeopática y la Medicina Floral de Bach, que tienen remedios específicos para cada uno de los estados que producen los pensamientos negativos.

La evolución de los billetes en México

CIUDAD DE MÉXICO.- El dinero que utilizamos diariamente esconde muchas historias sobre cómo se fue forjanda la vida actual de nuestro país.
 
No fue nada fácil constituir los billetes que a diario utilizamos. 
 
¿Sabías que durante el imperio mexicano se utilizó papel moneda que necesariamente debía tener un sello papal para ser válido o que los estados emitían sus propios billetes causando confusión de una región a otra?
 
No fue hasta 1925 que se logró consolidar un banco único emisor: el Banco de México. De acuerdo con Sergio Rivera, subdirector de Comunicación del Museo Interactivo de Economía (MIDE), fue en 1917 que Carranza ordenó en la Constitución que se estableciera un banco único.
 
Durante el imperio este papel moneda era validado por un sello papal en el reverso.

Estas 'fichas' sólo podían ser cambiadas en las tiendas de raya por los peones.

Cada estado emitía sus propios billetes, lo que los hacía válidos sólo en la localidad.

El billete de la gitana fue uno de los primeros emitidos por el Banco de México.

Los billetes actuales cuentan con mecanismos de seguridad y algunos como el de 200 pesos ha permanecido durante dos décadas.

Los billetes emitidos por el Banco de Londres y México eran elaborados en Estados Unidos
 

Orquesta banda sonora 43 dibujos animados clásicos

Quién no recuerda con nostalgia aquellas mañanas en que podíamos quedarnos en casa viendo dibujos animados hasta que llegaba la hora de ir a la escuela, o la interminable espera hasta que llegaba el turno de trasmisión de nuestro cartoon favorito.
cartoons clásicos
Alguna vez todos fuimos niños y nos divertidos con una variedad de personajes e historias animadas que marcaron toda una época. Para recordar esos clásicos, una orquesta decidió interpretar 43 bandas sonoras de los dibujos animados con mayor éxito en las últimas décadas y lanzar un desafío: ¿será posible que reconozcas cada uno de los temas musicales?
La iniciativa es parte del programa Ensemble ACJW que es promovido por la sala de conciertos Carnegie Hall de Nueva York, contando con la colaboración de jóvenes músicos profesionales. Sabiendo esto, sería una verdadera pena no echarle un vistazo a esta nostálgica composición, pon a prueba tu memoria y ve cuantos puedes identificar.
clásicos inolvidables cartoons
Afortunadamente hay muchas pistas, los creadores superpusieron algunas animaciones a los músicos que son características de aquellos dibujos de antaño.

No.18

Sabemos que es muy poco probable que logres identificar todas, sin embargo, la lista completa de los 43 dibujos animados y el momento en el que aparecen en el video puede ser consultada en la descripción del video en YouTube. No se vale hacer trampa ¿verdad?
Mi favorito y el que identifiqué de inmediato fue El Laboratorio de Dexter.

Australia salvaje



Si de animales raros hablamos Australia se lleva el premio a los más bizarros y se podría decir que también a los más desagradables.
Por ejemplo, el norte y noreste de Australia tiene las más hermosas playas del mundo y la mayor parte del tiempo están completamente desiertas. La razón es que Australia tiene muchos animales peligrosos habitando el suelo.  Y no sólo hay peligro en la playa, las personas que viven la ciudad, pueden encontrarse con serpientes en sus casas, cocodrilos en la calle y ¡hasta en las tiendas de ropa!