Si bien, como reflejan las fotos, la ex de Justin Bieber ha ganado unos kilitos lo cierto es que los comentarios sobre su nueva figura han resultado de lo más desproporcionados.
Estas imágenes fueron captadas hace unos días mientras disfrutaba de unas jornadas de descanso en una playa mexicana. El bikini, demasiado ajustado, tampoco le hace ningún favor.
Los seguidores de Selena Gomez, que se cuentan por millones, han salido en su defensa en Twitter recordando que la artista está obligada a tomar numerosos medicamentos para tratarse la enfermedad que sufre, el lupus, pastillas que le pueden provocar estas oscilaciones de peso.