“Al dormir boca
abajo nos obligamos a mantener el cuello girado durante horas para
poder respirar, modificando así la curvatura cervical y (además) estar
tumbado en posición boca abajo aumenta nuestra curvatura lumbar
haciéndonos más vulnerables a sufrir lumbalgias”.
Así lo advierte el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid. Esta institución señala que “repetir este hábito durante 7 u 8 horas
diarias, nos hace más susceptibles a padecer cervicalgias, tendinitis,
dolores de origen ligamentarios, u otros problemas
músculo-esqueléticos”. En cuanto al colchón, los expertos recomiendan la dureza media, y
recuerdan se debe combinar la rigidez del colchón con la del soporte.
CON COLABORACION DE LA CHIHUAUENSE ARACELY ARAMBULA |
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