El promedio de una erección es de 5 minutos, las mujeres necesitan de 20 minutos para alcanzar un orgasmo...
Seguramente has escuchado muchísimos consejos para conservar tu erección por más tiempo. Según la psicoterapeuta sexual Vanessa Marin, un hombre puede aguantar cinco minutos antes de llegar al orgasmo, mientras que las mujeres necesitan hasta 20 minutos para lograrlo.
Existen muchísimas posiciones sexuales que te pueden ayudar a mantener la erección y darle a tu pareja una experiencia mejor experiencia en la cama. Solo es cuestión de animarse a cambiar posturas, probar con diferentes ritmos y lograr retrasar la llegada del hombre al orgasmo.
Si quieres saber algunas posiciones para lograr mayor placer en tu pareja, la sexóloga elaboró una lista con ciertas posturas que beneficiarán a tu erección sin llegar al orgasmo, dejando un margen de tiempo suficiente para que también ellas puedan alcanzar el orgasmo.
1. La cucharita
Ambos mirando en la misma dirección, la pelvis de la mujer debe estar algo más arriba, con la cadera inclinada hacia delante y las piernas flexionadas para ayudar a que sea más fácil la penetración.
Una vez encajados y acurrucados, la mayor parte de la acción dependerá del hombre, que puede aprovechar la posición para rodear con sus brazos a la mujer y excitarla de otras maneras adicionales y conseguir un impulso adicional. La idea es igualar y coordinar los movimientos y que haya mucho contacto físico cuerpo con cuerpo.
Con esta posición se consigue una penetración poco profunda por lo que se evita la sobreexcitación del hombre y además se le obliga a moverse lentamente, ya que, de hacerlo con efusividad, es bastante probable que tengan que recolocarse.
2. Cara a cara
Básicamente, se trata de estar uno frente a otro. Ya sea de pie o acostados, la idea es que la pelvis de ella esté un poco por encima y eleve una de sus piernas para rodear la cintura de él. Como ocurría con la anterior, la penetración es un poco complicada por lo que uno de los dos tendrá que utilizar su mano para guiar el pene dentro.
En este caso ella puede ayudarse del impulso de su pierna para coordinar los movimientos y acercarse o alejarse de él como guste. Igual que antes, con esta postura se consigue una penetración poco profunda que no permite mucho empuje por parte del hombre. Las amplias posibilidades de que haya que hacer paradas porque el pene se salga, ayudará también a que él aguante unos minutos más antes de llegar al orgasmo.
3. La postura del perrito modificada
Esta postura es una de las más excitantes y preferida por muchos hombres, por tal razón se le dio un giro para lograr que el hombre postergue un poquito más el orgasmo y brinde mayor placer a su pareja. La idea es que ambos vayan bajando lentamente sus cuerpos hacia la cama de tal forma que el estómago de él quede completamente apoyado contra la espalda de ella.
Las piernas de la mujer, con las rodillas flexionadas, quedarán entre las del hombre de tal forma que el ritmo no dependa sólo de él sino que se centre en mantenerse encajado y en coordinar sus movimientos con ella.
4. Misionera: ella encima
Con él acostado boca arriba, la mujer debe arquear sus piernas y posicionarse encima de él dejando que sus extremidades le rodeen. Una vez se haya producido la penetración, ella se inclinará hacia delante sosteniendo el peso de su cuerpo –apoyándose bien en el pecho de él como en la almohada– sobre las palmas de las manos o codos.
En esta postura la mujer es la que coordina la acción por lo que podrá moverse como guste hasta alcanzar el orgasmo.
Los cambios de ritmo dependerán del grado de inclinación de la mujer hacia el hombre que puede acercarse a su cara mantenerse en ángulo de noventa grados sobre él. Cuanto más se eche hacia delante la penetración será menos profunda por lo que puede aprovechar estos momentos para besarle o hablarle.
5. La cruz
El hombre acostado de lado y la mujer recostadaboca arriba en perpendicular cubriendo con sus piernas la pelvis de él. Como si el cuerpo de ella surgiese desde la cadera de él. Una postura que permite una movilidad recudida y una penetración poco profunda.
Él puede moverse hacia delante o hacia atrás sosteniendo las piernas de ella. Al tener el cuerpo de la mujer encima se limitan los movimientos de él por lo que la efusividad queda controlada.
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