El año nuevo de la cabra comenzó en china. Pronostica cambios, sorpresas, abundancia, progreso, inventiva y adaptacion. Hace décadas, el Año Nuevo Chino conocido también como Festival de
Primavera, tenía poco impacto fuera de China. Pero a medida que el país
ganó influencia económica, el festivo, que tiene enorme significado
cultural para el mundo donde se habla mandarín, se ha vuelto más
importante. He aquí algunos ejemplos:
Las fábricas chinas cierran por el feriado y millones de trabajadores
migrantes regresan a sus hogares. Poco antes del Año Nuevo Chino, las
plantas cubren pedidos antes de cerrar. El feriado este año es del 18 al
24 de febrero, pero los trabajadores comienzan a llenar camiones y
autobuses desde dos semanas antes. Muchos empleados regresan y otros no,
ya que se trata de una ocasión también para cambiar de trabajo. Las operaciones en los mercados casi se detienen porque China
continental cierra toda una semana y los centros financieros como Hong
Kong y Singapur también se toman un respiro, aunque más breve. Otros
países como Corea del Sur y Vietnam festejan el Año Nuevo Lunar. Malasia
e Indonesia, que tienen grandes poblaciones chinas, también descansan.
COMERCIO MUNDIAL
El festival es tradicionalmente la época más importante del año donde
se reúnen las familias, pero a medida que China se ha vuelto próspera,
cada vez más chinos acaudalados prefieren viajar al extranjero. Eso se
traduce en un gran negocio para las marcas de lujo a nivel mundial.
Muchos grandes almacenes británicos, por ejemplo, cortejan a los
compradores chinos. Además, bolsos de diseño, relojes y joyas llegan a
ser hasta 30% baratos en Europa debido a los impuestos en China para
artículos de lujo. Por ejemplo, Harrods venderá sobres rojos utilizados tradicionalmente
para dar “lai ver”, o dinero de la suerte. Selfridges y marca de lujo
Burberry estarán ofreciendo tarjetas y sobres personalizados con
caligrafía china. La diseñadora Vivienne Westwood lanzó un collar
colección que ofrece un colgante de oveja.
DISTORSIÓN ECONÓMICA
Como el Año Nuevo Lunar nunca cae en la misma fecha, esto causa
estragos en los datos económicos de China al iniciar el año. Los
economistas son cautelosos para no leer demasiado las cifras de enero o
febrero, y prefieren esperar hasta marzo para ver las tendencias y no
hacer una interpretación incorrecta de la segunda mayor economía del
mundo. “Siempre nos advierten sobre el efecto del Año Nuevo Chino y en el
riesgo de darle demasiada importancia a estas cifras en esta época del
año”, dijo Julian Evans-Pritchard, de Capital Economics. “Esto afecta a
la mayor parte de los datos fuera de China en enero y febrero, así como
la proyección de exportaciones en países como Corea, que dependen en
gran medida del mercado chino”.
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