La imagen que devuelve un espejo suele ser la de la persona que se mira en él, de uno depende si lo que miramos es bueno o algo de susto. Sin embargo llega a pasar que uno ya está acostumbrado a lo que va a ver en el espejo, así que lo que en un principio se usaba para practicar miradas de conquista acaba siendo ignorado.
El espejo infinito de Ben Finio, cuyas instrucciones para crearlo encontraras en el video, puede devolver tu imagen si es lo que deseas, pero también puede abrir un portal hacia otra dimensión.
Hay que decir que no es obligatorio entrar en el portal; uno puede conectarlo mientras te pones a pensar en el infinito y te surge la duda de si habrá alguien del otro lado pensando lo mismo que tu.
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