Los
adjetivos "pequeño" "grande" o "grueso" son
insuficientes cuando se trata de describir la gran variedad de penes en el
reino animal. A continuación siete de los más extraños de todos.
El pato zambullidor argentino (Oxyura
vittata) tiene un órgano reproductor de 43 centímetros de largo, lo cual lo
convierte en el más largo –proporcionalmente- de todos los vertebrados.
Además,
la mayoría de las aves no tienen penes, pues se reproducen con apenas un roce a
los genitales de las hembras. No es el caso del argentino, cuyo enorme pene se
inserta en la vagina de su pareja.
Las
exageradas proporciones del pene de esta especie no se saben con certeza, pero
se especula que se debe a su necesidad de supervivencia. En algunos casos, la
selección sexual lleva a los machos a cambiar su anatomía de forma extrema para
atraer a las hembras, como es el caso del hermoso plumaje de los pavorreales.
Los cirrípedos son
una infra clase de crustáceos que pasan toda su vida pegados a rocas, lo cual
complica un tanto su interacción social y su vida sexual. Esa es una de las
razones por las que sus penes son hasta 40 veces más grandes que su tamaño
total, lo cual lo hace el más grande –proporcionalmente- de todo el reino
animal.
El
pene de la especie hermafrodita crece cada año justo antes de la temporada de
apareamiento. Además de la época del año, las condiciones del agua interviene
en la forma y tamaño de los miembros: si son aguas mansas, el pene crecerá
largo y flexible y si el mar está cortado los penes serán más duros y
musculosos.
Los brúquidos son
un tipo de escarabajo pequeño que desarrolló un pene espeluznante para
fertilizar a las hembras de su especie; está cubierto de picos duros y
afilados. Los científicos encontraron que, por ende, cada acto de fertilización
es sumamente traumatizante para las chicas.
La
razón podría ser que las heridas benefician a los machos, ya sea porque fuerza
a las hembras a cuidar de los huevos resultantes durante más tiempo, o bien
porque previene que repitan la experiencia con otros machos.
Imagina una batalla entre un par de
espadachines. Ahora convierte las espadas en penes; los penes del platelminto (Platyhelminthes)
un animal marino invertebrado.
Los
platelmitos son hermafroditas, es decir que cuentan con ambos genitales y la
posibilidad de actuar como hembra proveedora de huevos, o de macho
fertilizador.
Requiere
mayor energía la producción y cuidado de huevos y la competencia por tomar el
rol masculino es lo que provoca la batalla. Entonces, cuando dos platelminto se
encuentran, uno intenta inseminar al otro a la vez que se protege de ser
inseminado.
El pulpo
argonauta es
sumamente peculiar. Mientras el animal y sus tentáculos nadan por el mar
buscando alimento, su pene se desprende de su cuerpo en búsqueda de genitales
femeninos.
Cuando
los científicos se encontraron con el pene vagabundo, pensaron que se trataba
de un parásito. Tuvieron que pasar años para que se descubriera que el miembro
errante era parte de un organismo más grande.
Las serpientes (en
este caso es un pitón) cuentan con un penes en forma de Y, es decir con dos
terminaciones. Durante el acto sexual utilizan tan sólo la mitad de su órgano,
mismo que intercalan con el otro la próxima ocasión.
Por
si fuera poco, las cabezas suelen tener texturas, picos o forma de gancho para
retener la apertura de la serpiente hembra y que no se escape.
CORTESIA DE CAESAR
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