La mayoría de las personas
poseen un variado arsenal de justificaciones, excusas, mitos, mentiras,
suposiciones, y disculpas para justificar cualquier tropiezo
CIUDAD DE MÉXICO.- Generalmente las personas acostumbran dar
excusas al llegar tarde, olvicar sus citas o para no hacer ejercicio,
entre otras tantas cosas que se posponen o simplemente no se cumplen
respaldándose en esta forma de evasión.
Lo cierto es que la mayoría de las personas poseen un variado
arsenal de excusas, mitos, mentiras, suposiciones, y disculpas para
justificar cualquier tropiezo.
La sociedad actual nos ha enseñado que todo tiene que ser rápido,
entonces crecemos con la idea de que las cosas lentas son una pérdida de
tiempo y hemos dejado de pensar en nosotros, lo cual ha fomentado que
utilicemos las excusas, detalla la psicoanalista Alejandra Rivas.
En entrevista para Salud180.com,
la especialista de la Clínica de Asistencia a Pacientes de la Sociedad
Psicoanalítica de México (SPM), detalla que cuando las personas empiecen
a pensar en ellas y a conocerse más, se reducirá el uso de excusas,
porque se van a sentir más seguras y tranquilas con ellas mismas.
Las excusas se usan para no confrontar una realidad, destaca la psicoanalista, Alejandra Rivas.
Rivas menciona que la mayoría de las personas hacen uso de las excusas por diferentes razones:
1. Para no enfrentar algo que no quieren. Si te
invitan a algún lado y no quieres ir, se tiene la idea de que es poco
cortés que no queremos, entonces, por lo general inventamos una excusa.
2. Esconder la verdad. Hemos crecido en una
sociedad donde se debe decir la verdad de manera “adornada”, es decir,
no ser tan directos porque de lo contrario se puede lastimar a terceros.
3. Evitar confrontaciones. No confrontar algo por temor a causar un daño a nuestra imagen o una amistad.
4. Excusas internas. Estas las ponemos nosotros
mismos en diferentes situaciones. Por ejemplo, cuando pensamos en bajar
de peso y no lo hacemos y ponemos excusas porque estamos enfermos, o
cualquier otra idea. En otras palabras, se usan para evitar una
realidad, para no sentirnos mal con nosotros mismos, tristes, no
enojarnos.
¡Supera las excusas!
Alejandra Rivas detalla que para reducir las excusas, las personas
se deben detener un momento para pensar en las razones por las que
plantean estos argumentos y para qué les sirve.
Lo más importante es por qué y para qué sirven las excusas,
analizar qué pasaría si se dice la verdad. De esta forma se aprenderá a
reconocer las situaciones en las que se pueden obviar las excusas y a
decir la verdad.
Otra forma que las personas deben aprender, es a decir las cosas o
la verdad sin lastimar, así como comprender cuando alguien más nos diga
esta verdad, es decir, se debe evitar ser necio.
La especialista advierte que, si vamos a hacer uso de las excusas,
es necesario ser más conscientes de no lastimar a nadie, ni a nosotros
mismos.
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