El busto femenino resulta muy atractivo para los varones, y una reciente publicación intentó establecer las causas.
La italiana Denise Milani es una de las preferidos por los hombres de todo el mundo. |
Con facilidad se puede comprobar que a la mayoría de los hombres se
sienten atraídos por el busto de las mujeres. Sin embargo, establecer
las causas de esto si requiere de un camino un tanto más complicado.
El blog especializado “Más Que Salud” ha publicado recientemente un informe en el que recopila las principales hipótesis con las que se intenta explicar la particular atracción que representa esta parte del cuerpo femenino.
1. Teoría del eco genital: Esta teoría sugiere que los senos femeninos se convirtieron en centro de atención masculino cuando el hombre comenzó a caminar erguido. Hasta entonces, al igual que ocurre con numerosas especies de animales, el varón se interesaba principalmente por el trasero de las hembras, puesto que quedaba justo en su línea de visión. Cuando los seres humanos comenzaron a caminar sobre dos piernas, el trasero ya no se veía tan directamente y destacaban más los pechos. Esta teoría sostiene además que en paralelo, le evolución hizo que los pechos femeninos crecieran y se bambolearan para imitar la anatomía del trasero y seguir así atrayendo la atención de los varones y garantizar la continuidad de la especie.
2. Atracción de la oxitocina: Otra posible causa de la atracción ejercida por los pechos puede encontrarse en la oxitocina, una hormona que juega un importante papel en la relación que se establece entre madre e hijo durante la lactancia y más tarde en la pareja durante el acto sexual. De hecho, los pezones son una zona erógena para muchas mujeres, que encuentran placentera su estimulación durante la actividad sexual.
3. Sinónimo de riqueza: La teoría de la evolución es el soporte de esta teoría que asegura que los hombres heterosexuales se sienten atraídos por los pechos femeninos porque en estados anteriores, tener unos pechos voluminosos era señal de que la mujer gozaba de un acceso constante a alimentos y una mayor capacidad para amamantar a sus hijos, lo que implicaba a su vez mayores posibilidades de supervivencia para su prole. Según esta línea de pensamiento, algunos estudios dicen haber descubierto que los hombres de menor nivel y estatus socioeconómico prefieren mujeres con pechos grandes. La conclusión de estos estudios señala que cuando el hombre no tiene acceso garantizado a los recursos suficientes para mantener a su descendencia, busca una pareja del sexo opuesto que sí lo posean. Lo malo de esta teoría es que es válida tanto para el tamaño de los pechos como para el saldo de la cuenta corriente.
El blog especializado “Más Que Salud” ha publicado recientemente un informe en el que recopila las principales hipótesis con las que se intenta explicar la particular atracción que representa esta parte del cuerpo femenino.
1. Teoría del eco genital: Esta teoría sugiere que los senos femeninos se convirtieron en centro de atención masculino cuando el hombre comenzó a caminar erguido. Hasta entonces, al igual que ocurre con numerosas especies de animales, el varón se interesaba principalmente por el trasero de las hembras, puesto que quedaba justo en su línea de visión. Cuando los seres humanos comenzaron a caminar sobre dos piernas, el trasero ya no se veía tan directamente y destacaban más los pechos. Esta teoría sostiene además que en paralelo, le evolución hizo que los pechos femeninos crecieran y se bambolearan para imitar la anatomía del trasero y seguir así atrayendo la atención de los varones y garantizar la continuidad de la especie.
2. Atracción de la oxitocina: Otra posible causa de la atracción ejercida por los pechos puede encontrarse en la oxitocina, una hormona que juega un importante papel en la relación que se establece entre madre e hijo durante la lactancia y más tarde en la pareja durante el acto sexual. De hecho, los pezones son una zona erógena para muchas mujeres, que encuentran placentera su estimulación durante la actividad sexual.
3. Sinónimo de riqueza: La teoría de la evolución es el soporte de esta teoría que asegura que los hombres heterosexuales se sienten atraídos por los pechos femeninos porque en estados anteriores, tener unos pechos voluminosos era señal de que la mujer gozaba de un acceso constante a alimentos y una mayor capacidad para amamantar a sus hijos, lo que implicaba a su vez mayores posibilidades de supervivencia para su prole. Según esta línea de pensamiento, algunos estudios dicen haber descubierto que los hombres de menor nivel y estatus socioeconómico prefieren mujeres con pechos grandes. La conclusión de estos estudios señala que cuando el hombre no tiene acceso garantizado a los recursos suficientes para mantener a su descendencia, busca una pareja del sexo opuesto que sí lo posean. Lo malo de esta teoría es que es válida tanto para el tamaño de los pechos como para el saldo de la cuenta corriente.
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