Hace mucho tiempo, cuando en las calles de Londres se podía andar tranquilamente, una niña de unos cuatro años, llamada Jennifer MCflurry, caminaba hacia el jardín de niños y pasó al lado de un parque por donde tenia que pasar siempre, pero esta ocasión algo llamó su atención.
Unas personitas de colores muy alegres jugaban y reían. A Jennifer le dio curiosidad y se acercó a ellos, pero cada vez que ella se acercaba, éstos se alejaban hasta que llegaron a una hermosa casita de campo, ella entró tras ellos mientras escuchaba como las reían y jugaban, Jennifer subió la escalera tratando de no hacer ningún ruido, veía todos los detalles de la casita, siguió caminando por los pasillos tratando de encontrar de donde provenía el sonido, hasta que se topó con un televisor sin señal, se detuvo en seco y se dio cuenta que en una de las habitaciones, una de las criaturita se encontraba sentada y con la cabeza agachada.
Esta era de color amarillo y repetía varias veces "Dipsy no quiere dormir" "Dipsy no quiere crecer como sus hermanos". Jennifer comprendió que no debía estar ahí, caminó rápidamente tratando de no hacer ruido, las risas de las criaturitas ya no se escuchaban, los minutos pasaban y Jennifer aún no encontraba la salida. Se topo con la cocina, y las voces de las criaturitas se escuchaban cada vez mas cerca, Jennifer decidió esconderse detrás de unos muebles y desde ahí los escuchó: "Tinky winky, Lala y Po duermen, ¿porque Dipsy no duerme?" "Dipsy no quiere irse a dormir sin ver el sol"
Jennifer pateó por accidente un mueble pequeño y empezó a temblar cuando levantó la cabeza se dio cuenta que las cuatro criaturitas la miraban, Jennifer se paró y salió corriendo tratando de encontrar la salida mientras los pasos apresurados y los murmuros de las criaturitas se escuchaban a unos metros de ella, Jennifer comenzó a correr rápidamente, para su mala suerte tropezó y las criaturitas la rodearon: "Ella no saldrá de aquí" "Ella no saldrá de aquí... con vida"
Al día siguiente, la policía solo encontró un cadáver de infante, pero cabeza de Jennifer nunca se encontró. Sin embargo ella siempre estuvo ahí, entregándonos una bella sonrisa todos los días...
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