1. De quién es la culpa
Imagina esto. Estas cuidando a dos niños. Quizás son tus propios hijos. Y están corriendo y empujándose y haciendo las cosas molestas que usualmente hacen los niños. De repente escuchas que algo se cae al suelo. Corres a la habitación y el jarrón súper sagrado de 5 billones de dólares que la abuela hizo con sus propias manos durante el holocausto se cayó de la mesa y se rompió en mil pedazos.
Imagina esto. Estas cuidando a dos niños. Quizás son tus propios hijos. Y están corriendo y empujándose y haciendo las cosas molestas que usualmente hacen los niños. De repente escuchas que algo se cae al suelo. Corres a la habitación y el jarrón súper sagrado de 5 billones de dólares que la abuela hizo con sus propias manos durante el holocausto se cayó de la mesa y se rompió en mil pedazos.
2. Chismes de celebridades
Estas personas no afectan tu vida directamente de ninguna manera. Tu obsesión y compromiso con ellos es peor que entretenimiento inofensivo, es una forma de vivir indirectamente a través de las idealizaciones de quien te gustaría ser, si solo no tuvieras tanto miedo de levantarte del sillón y hacer algo de verdad. Sí, lo dije.
O como Lil’Wayne dijo una vez, cuando le preguntaron si le preocupa que las personas lo ven como un modelo de vida: “si necesitas que un rapero te diga cómo vivir tu vida, entonces quizás no tienes vida.”
3. Celos en las relaciones
Muchas personas se vuelven celosas y posesivas en las relaciones. No les gusta que su pareja hable con otra persona, o que pase tiempo con miembros del sexo opuesto sin ellos. Algunas personas se vuelven incluso más locas. Se vuelven celosas de cosas que pasaron antes de conocer a su pareja. Se vuelven celosas sobre cosas que podrían pasar en el futuro. Incluso les da celos cosas que no pasaron pero que podrían haber sucedido.
4. Estar en lo correcto
Hay un viejo dicho que dice, “quien todo lo sabe, nada aprende.” Deja ir la necesidad de siempre estar en lo correcto. Esta es muy simple. ¿Cómo aprendes y perfeccionas y te conviertes en una mejor persona? Así es, equivocándote. Intenta equivocarte más seguido.
Además, nada es más molesto que alguien que discutirá hasta la muerte sobre algún detalle necio que finalmente no importa.
5. Intentar impresionar a los demás
Toma un momento para pensar en los tres momentos más vergonzosos que te han sucedido últimamente. Deja adivinar, al menos dos sucedieron mientras intentabas impresionar a alguien. Qué chistoso cómo pasa eso.
Intentar impresionar a otros es un rasgo humano natural. Todos queremos mostrar nuestra mejor cara. La razón para intentar impresionar a las personas raramente funciona bien porque los seres humanos están programados para mirar no solo el comportamiento superficial cuando juzgamos el carácter de otra persona, sino que también miramos sus intenciones y motivaciones para cada actitud. Así que puedes hacer algo genial, pero si lo haces porque estás inseguro y quieres agradar a los demás, las personas verán eso y te considerarán irritante.
6. Sentirse ofendido
Hay algunas personas en este mundo que parecen creer que tienen el derecho a nunca, jamás, sentirse ofendidos. Eso me vuelve loco. Parte de la libertad de expresión es que algunas personas, en algún momento, te molestarán o te ofenderán. Es parte de la vida. Y al menos que estés incitando a que las personas cometan actos de violencia, entonces no puedes realmente decirles que no lo hagan.
Sentirse ofendido es una opción. Es la diferencia entre molestarse por un insulto y simplemente reírse. Es la diferencia entre silenciar a alguien y simplemente reconocer que tienen valores distintos a los tuyos, incluso si esos valores están realmente jodidos.
8. El hecho que nos hemos saltado el número 7 en esta lista
Supéralo.
9. Comprar un montón de cosas “elegantes”
Ya se ha escrito largamente acerca de cómo tener más posesiones puede limitar tu identidad y felicidad, y cómo la riqueza es determinada por la calidad de tus experiencias y no de tus bienes.
Ya hemos hablado acerca de lo bien que resulta impresionar a los demás. (Spoiler: No muy bien.) Sin mencionar que también estás simultáneamente inspirando celos en los demás, lo que vuelve a las buenas personas en idiotas ¡Y entonces puede que te ofendas! Y eso no es bueno.
Pero miremos cómo sentirte mejor contigo mismo. Hay montículos de estudios sicológicos demostrando que el materialismo lleva a mayores tasas de depresión y menor felicidad en las personas.
10. Esperar en filas por 36 horas para comprar un nuevo producto el primer día
En serio, ¿no tienes nada mejor que hacer? Y si no, ¿no será eso un problema?
Anda a casa, el iPhone 5 estará ahí mañana.
11. Esconder tus defectos
Las personas se enamoran con bordes desparejos del otro. Paradójicamente, son nuestros defectos y vulnerabilidades los que nos hacen únicos y adorables para los demás. Mientras más dispuesto estés a revelar dónde quedas corto, más íntima será la relación que generes en tu vida personal, y más feliz y saludable serás a largo plazo.
Es realmente increíble cómo nuestra cultura fomenta más y más imitar un ideal imposible, una vasija vacía de perfección. De todas las personas, Mike Tyson dijo recientemente: “ser famoso no significa que eres exitoso.” Podrías reemplazar “famoso” en esa oración por “rico,” ”hermoso,” “popular,” “inteligente” o miles de otros adjetivos.
Estas personas no afectan tu vida directamente de ninguna manera. Tu obsesión y compromiso con ellos es peor que entretenimiento inofensivo, es una forma de vivir indirectamente a través de las idealizaciones de quien te gustaría ser, si solo no tuvieras tanto miedo de levantarte del sillón y hacer algo de verdad. Sí, lo dije.
O como Lil’Wayne dijo una vez, cuando le preguntaron si le preocupa que las personas lo ven como un modelo de vida: “si necesitas que un rapero te diga cómo vivir tu vida, entonces quizás no tienes vida.”
3. Celos en las relaciones
Muchas personas se vuelven celosas y posesivas en las relaciones. No les gusta que su pareja hable con otra persona, o que pase tiempo con miembros del sexo opuesto sin ellos. Algunas personas se vuelven incluso más locas. Se vuelven celosas de cosas que pasaron antes de conocer a su pareja. Se vuelven celosas sobre cosas que podrían pasar en el futuro. Incluso les da celos cosas que no pasaron pero que podrían haber sucedido.
4. Estar en lo correcto
Hay un viejo dicho que dice, “quien todo lo sabe, nada aprende.” Deja ir la necesidad de siempre estar en lo correcto. Esta es muy simple. ¿Cómo aprendes y perfeccionas y te conviertes en una mejor persona? Así es, equivocándote. Intenta equivocarte más seguido.
Además, nada es más molesto que alguien que discutirá hasta la muerte sobre algún detalle necio que finalmente no importa.
5. Intentar impresionar a los demás
Toma un momento para pensar en los tres momentos más vergonzosos que te han sucedido últimamente. Deja adivinar, al menos dos sucedieron mientras intentabas impresionar a alguien. Qué chistoso cómo pasa eso.
Intentar impresionar a otros es un rasgo humano natural. Todos queremos mostrar nuestra mejor cara. La razón para intentar impresionar a las personas raramente funciona bien porque los seres humanos están programados para mirar no solo el comportamiento superficial cuando juzgamos el carácter de otra persona, sino que también miramos sus intenciones y motivaciones para cada actitud. Así que puedes hacer algo genial, pero si lo haces porque estás inseguro y quieres agradar a los demás, las personas verán eso y te considerarán irritante.
6. Sentirse ofendido
Hay algunas personas en este mundo que parecen creer que tienen el derecho a nunca, jamás, sentirse ofendidos. Eso me vuelve loco. Parte de la libertad de expresión es que algunas personas, en algún momento, te molestarán o te ofenderán. Es parte de la vida. Y al menos que estés incitando a que las personas cometan actos de violencia, entonces no puedes realmente decirles que no lo hagan.
Sentirse ofendido es una opción. Es la diferencia entre molestarse por un insulto y simplemente reírse. Es la diferencia entre silenciar a alguien y simplemente reconocer que tienen valores distintos a los tuyos, incluso si esos valores están realmente jodidos.
8. El hecho que nos hemos saltado el número 7 en esta lista
Supéralo.
9. Comprar un montón de cosas “elegantes”
Ya se ha escrito largamente acerca de cómo tener más posesiones puede limitar tu identidad y felicidad, y cómo la riqueza es determinada por la calidad de tus experiencias y no de tus bienes.
Ya hemos hablado acerca de lo bien que resulta impresionar a los demás. (Spoiler: No muy bien.) Sin mencionar que también estás simultáneamente inspirando celos en los demás, lo que vuelve a las buenas personas en idiotas ¡Y entonces puede que te ofendas! Y eso no es bueno.
Pero miremos cómo sentirte mejor contigo mismo. Hay montículos de estudios sicológicos demostrando que el materialismo lleva a mayores tasas de depresión y menor felicidad en las personas.
10. Esperar en filas por 36 horas para comprar un nuevo producto el primer día
En serio, ¿no tienes nada mejor que hacer? Y si no, ¿no será eso un problema?
Anda a casa, el iPhone 5 estará ahí mañana.
11. Esconder tus defectos
Las personas se enamoran con bordes desparejos del otro. Paradójicamente, son nuestros defectos y vulnerabilidades los que nos hacen únicos y adorables para los demás. Mientras más dispuesto estés a revelar dónde quedas corto, más íntima será la relación que generes en tu vida personal, y más feliz y saludable serás a largo plazo.
Es realmente increíble cómo nuestra cultura fomenta más y más imitar un ideal imposible, una vasija vacía de perfección. De todas las personas, Mike Tyson dijo recientemente: “ser famoso no significa que eres exitoso.” Podrías reemplazar “famoso” en esa oración por “rico,” ”hermoso,” “popular,” “inteligente” o miles de otros adjetivos.
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