CIUDAD JUÁREZ.- La Fiscalia de Justicia ya resolvió el caso de la matanza ocurrida esta madrugada en Juarez. A 15 horas de la masacre en la colonia Felipe Ángeles, la Fiscalía
estatal informó que el multihomicidio está relacionado con un mal de
amores y “celos” de pandillas rivales.
La matanza tuvo lugar contra personas que se encontraban en una
fiesta casera. El saldo: cinco muertos, tres lesionados y dos camionetas
incineradas. En conferencia de prensa, el fiscal en Juarez Enrique Villarreal
Macías; el jefe estatal de la Policía investigadora, Pablo Ernesto
Rocha; y el jefe de la policía municipal, César Omar Muñoz Morales,
explicaron que el ataque está vinculado a la relación amorosa que había
entre la mujer lesionada en el atentado y uno de los hombres ejecutados.
Los funcionarios confirmaron la identidad de los cinco hombres que murieron en la balacera.
Se trata de los hermanos Óscar y Eduardo Esparza Domínguez, Adrián
Martínez Pérez, Asael Fernando Esparza Gallegos y Daniel García
Velázquez. De igual modo los nombres de los tres lesionados: Ana Quiroz Rivera, Abel Gurrola y Rubén de la Cruz Rivera. Aclararon que tras una revisión exhaustiva a sus antecedentes,
ninguno, ni los muertos ni los lesionados, han pertenecido a alguna
corporación de seguridad pública o de investigación como trascendió
desde anoche en el sitio de la masacre. Se estableció la versión de que la fiesta era resguardada a distancia
por patrullas de la policía municipal, lo que no fue aclarado por las
autoridades esta tarde. Villarreal Macías explicó que Ana Quiroz Rivera tenía una relación
amorosa con un integrante de la pandilla de Los Aztecas hace meses, y
que posteriormente comenzó a entablar una nueva relación con Óscar
Esparza Domínguez, a quien conoció en un bar de Waterfill donde labora
como mesera.
Ana Quiroz invitó a los hermanos Óscar y Eduardo a una fiesta en casa
de su mamá, para presentarlo como su novio ante su familia. La expareja sentimental de Ana, que forma parte de la pandilla de Los
Aztecas -de quien no se reveló el nombre-, se enteró que Ana y Óscar se
encontraban en la fiesta. Al sitio llegaron dos camionetas con varios hombres. De las unidades descendieron dos sujetos armados y comenzaron a
disparar a quemarropa a las ocho personas que se encontraban en el
exterior de la vivienda, siete hombres y una mujer. Después, los que viajaban dentro de las camionetas de los pistoleros,
lanzaron las bombas Molotov para incendiar las dos camionetas Jeep
Wrangler estacionadas afuera de la casa 21 de la calle Tabascos. Dos de los cinco muertos estaban en el interior de las camionetas Jeep incineradas.
Los cadáveres tenían quemaduras en el 50 por ciento de su superficie corporal. En las versiones al interior de la Fiscalía trascendió que una de las
camionetas era propiedad del ex novio de Ana Quiroz Rivera. La mujer continúa bajo observación médica en el Hospital de la Familia. La segunda línea de investigación también está relacionada con Quiroz
Rivera, pues al parecer la mujer atrajo a la fiesta en casa de su madre
a los cinco hombres para que los pandilleros Aztecas los acribillaran. Óscar y Eduardo Esparza Domínguez, Adrián Martínez Pérez, Asael
Fernando Esparza Gallegos y Daniel García Velázquez supuestamente
radican en el Valle de Juárez y forman parte de organizaciones
delictivas antagónicas a la pandilla de Los Aztecas en esta ciudad. Los delincuentes en el poniente de la ciudad se percataron de la
presencia de intrusos, lo consideraron una falta de respeto y se originó
la masacre.
Se informó que además de las dos camionetas Jeep incineradas, ya fue
asegurado un automóvil Chrysler Neon de color blanco, que en su interior
tenía un rifle de asalto. Las autoridades no precisaron si Ana Quiroz Rivera está bajo
observación médica en calidad de detenida, considerando ambas líneas de
investigación.Tampoco aclararon si había o no vigilancia de patrullas de la policía
municipal en la fiesta, como lo señalaron vecinos. No hay sospechosos
detenidos.
‘Mi esposo me dijo que no volteara y no hablara’
Testigos de los hechos recuerdan la pesadilla. “Cuando escuchamos los primeros balazos todos nos tiramos y mi esposo me dijo que no volteara y no hablara, después nos abrazamos”, recuerda una de las víctimas.
Ambos al resultar heridos fueron hospitalizados.
Mientras que el otro lesionado de bala fue internado en un hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Las tres víctimas se reportan fuera de peligro.
La mujer de 26 años, recibió un disparo de arma de fuego en la tibia y otro impacto en la pierna derecha.
Otro de los sobrevivientes es un hombre de 27 años, –esposo de la mujer que se salvó– que en el intento por proteger a su esposa durante la irrupción del comando recibió un disparo en la fosa renal del lado derecho.
La madre del hombre herido aseguró que se encontraba en su casa –a unos metros del lugar de los hechos– al momento del ataque.
Dijo que al escuchar los disparos salió a ver si sus familiares se encontraban a salvo. Pero que al ver a su hijo herido pidió ayuda a otro vecino y lo trasladaron en un auto particular.
“Un vecino que ya se había ido de la fiesta nos ayudó. Fue cuando mi nuera traía a mi hijo agarrado. Recuerdo todo como una pesadilla, recuerdo fragmentos de personas que pasaban”, dijo la mujer.
Versiones preliminares indicaron que en el ataque hubo 10 personas heridas, sin embargo la Fiscalía General del Estado Zona Norte confirmó que sólo fueron tres lesionados por arma de fuego.
Otra especulación, que fue refutada por la autoridad, es que uno de los muertos era policía municipal.
“Están perfectamente identificadas las cinco víctimas y ninguno de ellos perteneció a la corporación”, dijo el jefe policiaco en conferencia de prensa realizada ayer en la Fiscalía Zona Norte.
Los informantes manifestaron que se escucharon una gran cantidad de disparos de arma de fuego. Varios minutos después, las sirenas de las patrullas y bomberos.
Agentes municipales y estatales persiguieron una camioneta que supuestamente tuvo que ver con los hechos, pero no fueron detenidos.
En la conferencia de prensa estuvo presente César Omar Muñoz Morales, secretario de Seguridad Pública Municipal, quien informó que como evidencia del crimen se aseguró en el lugar de los hechos un vehículo Neón, color blanco, con reporte de robo y un arma de fuego, pero no se determinó su calibre.
Dijo que trabajan en conjunto con las autoridades estatales a fin de dar con el paradero de los homicidas.
Pablo Rocha Acosta, director general de la Policía Estatal Única (PEU), dijo que por instrucciones del fiscal estatal, Jorge González Nicolás, la dependencia a su cargo tomará la investigación con apoyo de los grupos de reacción de la Fiscalía.
Refirió que en ninguno de los 12 homicidios registrados durante el fin de semana se utilizó el helicóptero que recién fue asignado para las labores de vigilancia en la ciudad “ya que no es necesario levantar la aeronave a cualquier situación que se ponga en Ciudad Juárez.”
Habitantes de la casa refagueada aseguraron que agentes de la Policía Municipal ingresaron al inmueble y robaron objetos personales.
“Fueron los policías municipales los que se metieron a la casa, se llevaron a mi mamá, se llevaron su bolsa con su cartera, se robaron carteras, celulares, computadoras y tarjetas de crédito”, dijo una integrante de la familia afectada que pidió no ser identificada.
‘No hemos podido ni dormir’
Un fuerte olor a sangre y cloro quedó impregnado en la banqueta. En la tierra se regó ceniza.
Testigos del hecho violento dijeron haber vivido una noche infernal, en un periodo de 20 minutos en los que se escucharon las detonaciones de armas de fuego, gritos de dolor y voces de auxilio para los heridos.
“No hemos podido ni dormir, era una corredera por todos lados. Fueron 20 minutos de la balacera, fue un pánico horrible y una gritadera por todos lados”, dijo una vecina de la zona que pidió resguardar su identidad.
Habitantes de la casa que fue escenario de la masacre limpiaron los rastros de sangre del frente y retiraron de la calle las autopartes calcinadas.
Vecinos del sector se congregaron en los alrededores de la casa de fachada anaranjada, la cual quedó con daños por los disparos de arma de fuego que impactaron en la pared. Querían saber qué fue lo que pasó en torno al múltiple homicidio.
Justo frente a la entrada principal de la casa quedaron apilados los restos fundidos de vidrio, fibra de la carrocería de los autos incendiados y las fundas de los sillones.
A un costado quedaron los juguetes de los niños que se encontraban junto a sus padres en la fiesta familiar.
Otro testigo del ataque armado aseguró haber visto tres camionetas en las que presuntamente viajaban los agresores.
Estas son un jeep amarillo, un auto compacto color blanco y un tercer auto el cual dijeron no recordar sus características.
Lo que si aseguraron es que en la huida tomaron la calle Tabasco rumbo al sur, pasaron dos cuadras y luego giraron a la izquierda con sentido al oriente sobre la calle Maravillas.
Quienes pudieron observar a los sicarios aseguraron que eran hombres jóvenes, que cargaban armas largas tipo AK-47, conocidas como “cuerno de chivo”.
Una madre de familia que pidió el anonimato, aseguró que en la fiesta se encontraba su nieta de dos años y su yerno, quienes resultaron quemados con las esquirlas que se propagaron por los disparos de arma de fuego.
Otras versiones indican que dos patrullas de la Policía Municipal estaban escoltando la vivienda en el momento en que se registró la masacre, pero que a pesar del hecho no intervinieron.
El arribo de los agentes policiacos se dio hasta media hora después del ataque, aseguraron.
“Las patrullas estaban ahí paradas, se nos hizo raro porque los patrulleros no hicieron nada... no se acercaron a la balacera; eran de la Policía Municipal”, dijo la misma fuente.
Vecinos de la colonia dijeron desconocer a que se dedica la familia afectada, pero aseguraron que siempre hay fiestas en ese domicilio.
El dolor de las familias se trasladó a la Fiscalía
Los gritos de dolor cimbraron ayer las oficinas de la Fiscalía General del Estado Zona Norte.
Familiares de los hombres asesinados acudieron a identificar a sus seres queridos.
Alrededor de las 13:25 horas, un fuerte grito de angustia se escuchó en los pasillos de la dependencia estatal.
Unos minutos después bajó del segundo piso una mujer que se hacia acompañar por una pareja, quienes la sostenían de los brazos para que no se desvaneciera.
Extraoficialmente se dijo que esa persona es familiar de uno de los victimados a balazos en la colonia Felipe Ángeles, aunque no se estableció su identidad.
Familiares de la mujer se abrazaron desconsolados al conocer la noticia.
Testigos de los hechos recuerdan la pesadilla. “Cuando escuchamos los primeros balazos todos nos tiramos y mi esposo me dijo que no volteara y no hablara, después nos abrazamos”, recuerda una de las víctimas.
Ambos al resultar heridos fueron hospitalizados.
Mientras que el otro lesionado de bala fue internado en un hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Las tres víctimas se reportan fuera de peligro.
La mujer de 26 años, recibió un disparo de arma de fuego en la tibia y otro impacto en la pierna derecha.
Otro de los sobrevivientes es un hombre de 27 años, –esposo de la mujer que se salvó– que en el intento por proteger a su esposa durante la irrupción del comando recibió un disparo en la fosa renal del lado derecho.
La madre del hombre herido aseguró que se encontraba en su casa –a unos metros del lugar de los hechos– al momento del ataque.
Dijo que al escuchar los disparos salió a ver si sus familiares se encontraban a salvo. Pero que al ver a su hijo herido pidió ayuda a otro vecino y lo trasladaron en un auto particular.
“Un vecino que ya se había ido de la fiesta nos ayudó. Fue cuando mi nuera traía a mi hijo agarrado. Recuerdo todo como una pesadilla, recuerdo fragmentos de personas que pasaban”, dijo la mujer.
Versiones preliminares indicaron que en el ataque hubo 10 personas heridas, sin embargo la Fiscalía General del Estado Zona Norte confirmó que sólo fueron tres lesionados por arma de fuego.
Otra especulación, que fue refutada por la autoridad, es que uno de los muertos era policía municipal.
“Están perfectamente identificadas las cinco víctimas y ninguno de ellos perteneció a la corporación”, dijo el jefe policiaco en conferencia de prensa realizada ayer en la Fiscalía Zona Norte.
Los informantes manifestaron que se escucharon una gran cantidad de disparos de arma de fuego. Varios minutos después, las sirenas de las patrullas y bomberos.
Agentes municipales y estatales persiguieron una camioneta que supuestamente tuvo que ver con los hechos, pero no fueron detenidos.
En la conferencia de prensa estuvo presente César Omar Muñoz Morales, secretario de Seguridad Pública Municipal, quien informó que como evidencia del crimen se aseguró en el lugar de los hechos un vehículo Neón, color blanco, con reporte de robo y un arma de fuego, pero no se determinó su calibre.
Dijo que trabajan en conjunto con las autoridades estatales a fin de dar con el paradero de los homicidas.
Pablo Rocha Acosta, director general de la Policía Estatal Única (PEU), dijo que por instrucciones del fiscal estatal, Jorge González Nicolás, la dependencia a su cargo tomará la investigación con apoyo de los grupos de reacción de la Fiscalía.
Refirió que en ninguno de los 12 homicidios registrados durante el fin de semana se utilizó el helicóptero que recién fue asignado para las labores de vigilancia en la ciudad “ya que no es necesario levantar la aeronave a cualquier situación que se ponga en Ciudad Juárez.”
Habitantes de la casa refagueada aseguraron que agentes de la Policía Municipal ingresaron al inmueble y robaron objetos personales.
“Fueron los policías municipales los que se metieron a la casa, se llevaron a mi mamá, se llevaron su bolsa con su cartera, se robaron carteras, celulares, computadoras y tarjetas de crédito”, dijo una integrante de la familia afectada que pidió no ser identificada.
‘No hemos podido ni dormir’
Un fuerte olor a sangre y cloro quedó impregnado en la banqueta. En la tierra se regó ceniza.
Testigos del hecho violento dijeron haber vivido una noche infernal, en un periodo de 20 minutos en los que se escucharon las detonaciones de armas de fuego, gritos de dolor y voces de auxilio para los heridos.
“No hemos podido ni dormir, era una corredera por todos lados. Fueron 20 minutos de la balacera, fue un pánico horrible y una gritadera por todos lados”, dijo una vecina de la zona que pidió resguardar su identidad.
Habitantes de la casa que fue escenario de la masacre limpiaron los rastros de sangre del frente y retiraron de la calle las autopartes calcinadas.
Vecinos del sector se congregaron en los alrededores de la casa de fachada anaranjada, la cual quedó con daños por los disparos de arma de fuego que impactaron en la pared. Querían saber qué fue lo que pasó en torno al múltiple homicidio.
Justo frente a la entrada principal de la casa quedaron apilados los restos fundidos de vidrio, fibra de la carrocería de los autos incendiados y las fundas de los sillones.
A un costado quedaron los juguetes de los niños que se encontraban junto a sus padres en la fiesta familiar.
Otro testigo del ataque armado aseguró haber visto tres camionetas en las que presuntamente viajaban los agresores.
Estas son un jeep amarillo, un auto compacto color blanco y un tercer auto el cual dijeron no recordar sus características.
Lo que si aseguraron es que en la huida tomaron la calle Tabasco rumbo al sur, pasaron dos cuadras y luego giraron a la izquierda con sentido al oriente sobre la calle Maravillas.
Quienes pudieron observar a los sicarios aseguraron que eran hombres jóvenes, que cargaban armas largas tipo AK-47, conocidas como “cuerno de chivo”.
Una madre de familia que pidió el anonimato, aseguró que en la fiesta se encontraba su nieta de dos años y su yerno, quienes resultaron quemados con las esquirlas que se propagaron por los disparos de arma de fuego.
Otras versiones indican que dos patrullas de la Policía Municipal estaban escoltando la vivienda en el momento en que se registró la masacre, pero que a pesar del hecho no intervinieron.
El arribo de los agentes policiacos se dio hasta media hora después del ataque, aseguraron.
“Las patrullas estaban ahí paradas, se nos hizo raro porque los patrulleros no hicieron nada... no se acercaron a la balacera; eran de la Policía Municipal”, dijo la misma fuente.
Vecinos de la colonia dijeron desconocer a que se dedica la familia afectada, pero aseguraron que siempre hay fiestas en ese domicilio.
El dolor de las familias se trasladó a la Fiscalía
Los gritos de dolor cimbraron ayer las oficinas de la Fiscalía General del Estado Zona Norte.
Familiares de los hombres asesinados acudieron a identificar a sus seres queridos.
Alrededor de las 13:25 horas, un fuerte grito de angustia se escuchó en los pasillos de la dependencia estatal.
Unos minutos después bajó del segundo piso una mujer que se hacia acompañar por una pareja, quienes la sostenían de los brazos para que no se desvaneciera.
Extraoficialmente se dijo que esa persona es familiar de uno de los victimados a balazos en la colonia Felipe Ángeles, aunque no se estableció su identidad.
Familiares de la mujer se abrazaron desconsolados al conocer la noticia.
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