En este post comentaré algunas curiosidades que he encontrado acerca del oido, con el objetivo de hacer un poco más entretenido el contenido del blog y podamos aprender algunas anécdotas que posiblemente no son tan conocidas:
El estribo es el hueso más pequeño del cuerpo humano, con solo 2.6 mm de longitud.
La sensación que tenemos al “destaponar” los oídos se debe a que la trompa de Eustaquio equilibra la presión del aire en el oído medio.
El oido de un niño es más sensible que el de una persona adulta.
El cerumen es producido por glándulas que hay en la piel del oído. Esta cera protege el tímpano del polvo y la suciedad, y también proporciona protección contra algunas bacterias, hongos y su desagradable olor disuade a los insectos de entrar en el oído. El exceso de cerumen o el incrustamiento producido por éste puede presionar el tímpano u ocluir el conducto auditivo externo, además de perjudicar el sentido del oído.
El volumen de cualquier sonido se mide en decibelios. Los sonidos por encima de 90 decibelios producen dolor de oído y si se encuentran por encima de los 130 dB pueden causar sordera.
Nuestros ojos son siempre del mismo tamaño desde el día de nuestro nacimiento, pero nuestra nariz y oídos nunca paran de crecer.
Cuando nos ponemos una concha marina en el oido, el sonido que escuchamos es el del eco de la sangre que pulsa en nuestro oído.
Nuestos oídos tienen más de 30.000 cuerdas vibrátiles.
El ser humano es extremadamente sensible a ondas sonoras de 1.000 a 4.000 Hz, pero sordos sobre los 20.000 Hz.
El vértigo posicional, es un trastorno del oído interno. Por lo general, la causa se desconoce, aunque puede obedecer a una infección del tracto respiratorio superior o un leve golpe en la cabeza. Ocurre bruscamente al mover la cabeza hacia arriba y abajo o al darse vuelta en la cama. Los síntomas son dolorosos, pero se desvanecen en algunos segundos, podemos sin embargo prevenirlo evitando las posiciones desencadenantes.
Según un estudio científico se asegura que los seres humanos procesan de distinta manera los sonidos, por ejemplo el oído izquierdo percibe mejor la música, mientras que el oído derecho, es mejor para escuchar cuando las personas hablan.
A continuación pondré algunas curiosidades más que he encontrado, sobre todo la tercera es interesante, las otras dos son ejemplos que podemos hacer fácilmente:
Cuando masticamos un trozo de pan duro, oímos un ruido ensordecedor, mientras que si alguien hace lo mismo junto a nosotros apenas notamos algo.Esto consiste en que este el ruido producido sólo existe para nuestros oídos y no molesta a los oídos que puedan estar próximos. Según he leído esto ocurre porque los huesos del cráneo, (como en general pueden ser todos los cuerpos sólidos y elásticos), conducen muy bien el sonido, y cuando pasan por un medio denso, se amplifican bastante. Entonces cuando el chasquido del pan seco llega a nuestro oído por el aire, se percibe como un pequeño ruido; pero el mismo chasquido resulta más notable si llega al nervio acústico a través de los duros huesos del cráneo.
Otro experimento puede ser el de sujetar entre los dientes un reloj y taparse bien los oídos con los dedos. Entonces se escucharán unos fuertes golpes que son el tic-tac ampliado del reloj.
Como último caso dicen que Beethoven, después de quedarse sordo, oía el piano apoyando en él uno de los extremos de su bastón, mientras sujetaba el otro extremo entre los dientes. De igual manera, los sordos que conservan su oído interno pueden bailar al compás de la música, porque el sonido llega hasta sus nervios acústicos a través del suelo y de sus propios huesos.
Por último comentar que según una publicación se etiquetaron los 10 sonidos más molestos para el oido humano según la siguiente lista:
1. Las arcadas de una persona al vomitar.
2. El zumbido de un micrófono acoplado.
3. El llanto desmedido de un niño.
4. Un tren frenando sobre los rieles.
5. Las cadenas de un columpio oxidado.
6. Las cuerdas de un violín mal afinado.
7. El estruendo de una batería mal tocada.
8. Las risas enlatas en la televisión.
9. El rumor de la muchedumbre.
10. Los gruñidos de un demonio de Tasmania. (no sé porque incluirían este, pero a día de hoy no me encontrado con ninguno)
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