El fotógrafo Brandon Stanton es conocido por su página de Internet y sus redes sociales tituladas ‘Humans of New York’
(‘Humanos de Nueva York’) en las que publica las singulares fotografías
que él capta de los habitantes de la Gran Manzana para mostrar su
diversidad, su vitalidad y sus momentos de intensidad o cotidianidad. Pero desde hace un tiempo Stanton le ha dado un
giro a su espacio y lo ha denominado ‘Humans of Iran’ (Humanos de Irán)
luego de que, tras viajar por ese país asiático, tomó una nueva serie de
fotografías de la gente iraní para mostrarlas, justamente, en toda su
humanidad. Esas imágenes muestran las singularidades del pueblo iraní
pero también revelan que en el fondo entre todas las personas, sea cual
sea su nacionalidad, hay enormes cosas en común que nos hermanan a
todos.
Una
de esas fotos atrajo la atención del presidente Barack Obama. Se trata
de una imagen de una cotidianidad simple pero al mismo tiempo
entrañable: un niño que acaba de cumplir 10 años con su padre, ambos
sentados sobre una alfombra en Tabiz, Irán. Los nombres no fueron divulgados, pero Stanton difundió la foto en su sitio y redes sociales, y en su página de Facebook
explicó la historia de los retratados, contada por el padre del chico:
cuando tenía cinco años, el niño llevaba una bolsa con melocotones que
había obtenido en el mercado. Caminaba un poco detrás de su padre de
vuelta a casa y en el camino el niño fue regalando las frutas a quienes,
es de suponer, él veía en necesidad de alimento o afecto. Y cuando su
padre le pidió también un melocotón el niño le dijo que ya no quedaba
ninguno, los había dado todos. "Supe que estaba criando a un ser
humanitario", termina el testimonio. Ese post en Facebook ha sido una sensación, al
grado de que Mark Zuckerberg, el fundador de esa red social, le dio
like, al igual que otras 503,000 personas. Y el número sigue creciendo.
Es aquí donde el presidente Obama hizo su
aportación a la historia. Desde el perfil de la Casa Blanca, el
presidente Obama comentó que la historia del niño le parece inspiradora y
que algo de lo mejor que le puede pasar a un padre es ver que los
valores enseñados a sus hijos comienzan a manifestarse, como pasó con el
niño de los melocotones.
Obama,
que firmó al final el mensaje con sus iniciales ‘bo’, escribió en su
comentario que "desea que este joven nunca pierda el deseo de ayudar a
otro. Y yo continuaré haciendo todo lo que pueda para hacer de este
mundo un lugar donde él y cada joven como él puedan vivir a todo su
potencial". Obama termina diciendo que "si alguna vez me encuentro con
él, espero que él me haya guardado un melocotón". Uno puede imaginar la imagen de una hipotética
aunque muy improbable visita de Obama a Irán, con el niño, el padre y
Obama compartiendo fruta. Una posibilidad muy difusa dada la aún gran
tensión, interna y externa, de todo lo que tiene que ver con las
relaciones entre Estados Unidos e Irán. Pero la foto de Stanton fue un buen ejemplo que se
puede muy bien pasar de la Gran Manzana al Melocotón Humanitario y
viceversa y que en la solidaridad las fronteras, a veces, no son lo más
importante.
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