Para aquellos amigos mandilones:
Ya nos estabamos aburriendo cuando
apareció esta nota, y es que nos acordamos de tantos amigos que nada más
tenían novia y no volvías a saber nada de ellos. O qué tal aquellos que
prometieron seguir en contacto tras finalizar la carrera, y nada más
nada. En honor a todos ellos, aquí esta historia. Jess Ferguson, un joven profundamente enamorado de Keiran Cable,
desapareció del radar de sus amigos por un buen tiempo, situación que
ellos tomaron en son de burla, pero tras 18 meses de relación con la
chica, se dieron cuenta que lo habían perdido y decidieron organizarle un funeal como despedida.
Entonces, contactaron a Jess bajo el
pretexto de ver juntos un partido del Mundial de Rugby, y crearon una
artimaña para que no se pudiera negar. Cuando llegaron a su casa, armaron
todo un cortejo fúnebre que incluyó ataúd, un supuesto cura, rosarios,
un tríptico con la fecha de su 'muerte' y todos vestidos de negro. “Quedé en shock y no sabía que
hacer ni decir. Me dolían las mejillas de tanto sonreír. Los chicos
hicieron un gran esfuerzo y definitivamente fue un día que quedará
siempre en el recuerdo”, comentó la novia.
Al parecer, ahora Jess pensará dos veces antes de negarse a salir con
sus amigos. Ahora sí que no estaba muerto, andaba de parranda.
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