· Los dueños de una
empresa canadiense comercializan este producto, que se vende como pan caliente
en Pekín, tras la alerta roja por contaminación.
· Ahora planean
expandir su negocio a otros países: su iniciativa también ha despertado interés
en lugares como Irán y Afganistán.
Los ciudadanos chinos están enfervorizados por la última tendencia que se impone en el mercado del gigante asiático. Se han volcado de lleno a la compra masiva de botellas rellenas de aire fresco, procedente de las montañas rocosas de Canadá. Estos productos que acaban de salir a la venta cuestan entre 13 y 19 euros, dependiendo del tamaño. Y se venden como pan caliente. Cuando al canadiense Moses Lam, cofundador de la empresa Vitality Air, se le ocurrió la idea que planteó a sus amigos, todos lo tomaronpara la risa. Pero su ingeniosa propuesta tenía un fundamento muy serio. Tanto Lam como su socio Troy Paquette tuvieron en cuenta la "alerta roja" por el smog tóxico que padece Pekín. Del 8 al 10 de diciembre, esta ciudad ha experimentado una medida drástica (la más alta en el sistema de cuatro niveles, adoptado hace dos años) por su pésima calidad del aire.
La semana pasada, la
situación obligó incluso al Gobierno a solicitar que niños y ancianos permanezcan
en el interior de sus casas. Lam ha explicado que para traer el aire puro viaja cuatro
horas a las montañas y pasa 10 horas embotellando el aire en el lago Louise
de Edmonton. "Requiere mucho tiempo porque cada una de estas botellas
es embotellada a mano. Estamos lidiando con aire fresco, queremos que sea
fresco y no queremos pasarlo a través de máquinas que están aceitadas y
engrasadas", dijo el fundador de Vitality Air.
CORTESIA DE FINN EL HUMANO |
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