Existe la nieve rosa, un fenómeno curioso y llamativo. Hermoso por su singularidad pero que solamente ocurre bajo condiciones climatológicas muy específicas.
No es ningún efecto óptico ni nada parecido, ya que si ponemos esta
nieve rosa sobre un recipiente y la dejamos derretir, obtenemos un
líquido de un color rosáceo bastante intenso, que bien podría pasar por
alguna bebida refrescante o jugo de frutas.
Según relatos de algunas personas que lo han probado, esta nieve rosa
tiene un sabor parecido al de la sandía, de ahí que este extraño tipo
de nieve, entre los anglosajones sea denominado como «Nieve sandía», sin
embargo, la nieve rosa es un ligero laxante natural.
Hace miles de años Aristóteles ya hacía referencia a este fenómeno en
sus tratados sobre naturaleza, con lo que nos damos cuenta que no es de
reciente descubrimiento.
Alpinistas, exploradores y aventureros de todo el mundo también se
han visto fascinados e intrigados por este extraño suceso, y la mayoría
de ellos coinciden en que la nieve rosa toma un color más intenso cuando
es aplastada a su paso.
Este acontecimiento tiene una explicación científica, y al parecer la
responsable del color de la nieve es una micro alga llamada
Chlamydomonas nivalis, que vive en la nieve y tiene la capacidad de
sobrevivir a temperaturas extremadamente bajas y en lugares de alta
montaña, en los que la concentración de oxígeno es menor debido a la
gran altitud.
Los biólogos han podido comprobar que las microalgas son capaces de
vivir en hábitats tan contaminados como el Río Tinto (con unos niveles
de acidificación y pH que apenas permiten la vida tal y como la
conocemos), y que fueron capaces de sobrevivir a la gran extinción
provocada por la “Gran Bola de Nieve”, el cambio climático más radical
que sufrió el Planeta hace 600 millones de años. Durante ese tiempo, se
congelaron los océanos y el hielo alcanzó más de 100 metros de espesor,
incluso en las latitudes tropicales. Aunque en esa época ni los grandes
animales ni las plantas poblaban la tierra firme, existía una rica vida
en los ambientes acuáticos en la que estaban representadas la gran
mayoría de las divisiones de algas que existen hoy en día.
Cuando llega la primavera y la radiación UV del sol es mayor, estas
micro algas se sienten atacadas y para defenderse emiten una gran
cantidad de esporas, que contienen un pigmento rosáceo llamado
astaxantina, que bloquea los rayos UV y que ayuda a las micro algas en
su defensa contra el sol. Por lo que es preciso mencionar que toda la
nieve cuando cae del cielo es blanca, pero con el proliferar de estas
algas, cambia su tono.
Además no es el único tono que pueden conseguir las microalgas. Otras especies tiñen la nieve de color negro, marrón o amarillo.
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