La inusual bebida se ha convertido en un novedoso experimento
gracias a Gik, una empresa emergente española que espera redefinir la
experiencia de beber vino. Fue creado con la colaboración de la
Universidad del País Vasco y Azti Tecnecalia, un equipo de investigación
alimentaria.
El vino consiste en uvas rojas y amarillas procedentes de varios
viñedos de toda España. El color azul procede de una combinación de
antocianina (un pigmento que se encuentra en la piel de las uvas) y
tinte índigo. Como explican Gik en su web, eligieron ese color porque
representa “movimiento, innovación e infinito.” Pronto estará disponible
en varios países de Europa, y cada botella costará cerca de 10 euros.
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