lunes, 6 de enero de 2014

Circulan por la red un par de videos que muestran como los rusos, hace casi 80 años, mantenían con vida la cabeza de un perro separada de su cuerpo



La historia, detrás de estos videos, es más o menos la siguiente: a principios de la década de 1920, un científico ruso llamado Sergei Brukhonenko habría sido capaz de cortar la cabeza de un perro, y mantenerla viva. En esa época ya existían evidencias de que una cabeza seccionada mantenía “cierta actividad” relacionada con la vida durante unos cuantos segundos después de ser cortada. Brukhonenko se dedicó a extender este tiempo.
El video siguiente muestra la forma en que, aparentemente, lo logró. Básicamente, una maquina se encarga de hacer circular sangre fresca por la cabeza seccionada, al tiempo que retira la sangre sin oxígeno. Puede verse como la cabeza reacciona a diferentes estímulos, incluso abriendo los ojos y la boca. Según la historia, Brukhonenko presentó sus experimentos en una conferencia internacional sobre fisiología en 1928. 



Un procedimiento digno de una historia de terror cobra vida.


El Dr. Sergio Canavero cree que la tecnología de hoy puede permitir a cirujanos llevar a cabo un procedimiento del ayer: el transplante de cabeza de Frankenstein.
Hasta el momento, no ha sido posible unir correctamente la médula espinal con el nuevo cuerpo, dejando a los animales de prueba sujetos al experimento completamente paralizados. Sin embargo, nuevos avances podrían hacer esto posible.
The Telegraph explica que ya en 1970, el doctor Robert White logró un transplante de cabeza exitoso en un mono rhesus. Ahora, el Dr. Canavero cree que con un equipo de cien personas y 8.5 millones de libras, la operación podría llevarse a cabo exitosamente en 36 horas.
Ambas cabezas deberían removerse al mismo tiempo y ser reconectadas en un plazo menor a una hora.
Esto no es ciencia ficción. El procedimiento beneficiaría a pacientes con condiciones médicas hasta ahora incurables. La única razón por la que no he indagado en el tema es por falta de recursos”, explicó Canavero a The Telegraph.
Sin embargo, no todos son tan optimistas como Canavero. El doctor ha recibido numerosas críticas de la comunidad científica.
Conectar una cabeza y un cuerpo no tiene sentido. Los seres humanos de la actualidad no necesitan ese procedimiento. El concepto en sí es bizarro", criticó el profesor Anthony Warrens, de la Sociedad Británica de Transplantes.
  
CORTESIA DE CAESAR

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