domingo, 27 de abril de 2014

Domingo de Borrachos... VI

Al conducir por una carretera en las montañas Tatra, en Eslovaquia, el coche de Richard Kral fue sepultado por una avalancha. Su intento de escape inicial consistía en romper las ventanillas del coche y cavar en la nieve para llegar a la superficie. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que la nieve inundaría el coche antes de que pudiera moverse ni un milímetro.

Kral intentó otro plan. Conducía con varias docenas de latas de cerveza para la compañía, por lo que decidió beberlas todas y orinar  la nieve fuera de la ventana. Después de varios días, descongeló lo suficiente para cavar sin ser tragado por la nieve. Kral fue finalmente descubierto por los rescatistas cuatro días después, con dolor en los riñones y, posiblemente, la peor resaca de la historia.


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