En febrero de 2014, un Tribunal colegiado sentenció que el estado de salud del Presidente debe permanecer como un asunto de carácter privado.
Recientemente, Andrés Manuel López Obrador generó
sospechas sobre la salud de Enrique Peña Nieto; de inmediato, el vocero
del Gobierno de la República, Eduardo Sánchez, contradijo la versión
asegurando que el mandatario está sano, una declaración que apagó
algunas dudas, no todas. Para Sanjuana Martínez, la salud de Peña Nieto es un
asunto de Estado y es necesaria la apertura de la información que
compruebe si el presidente está enfermo o no. Sin embargo, justo en febrero de 2014, un Tribunal
colegiado en materia administrativa resolvió que el expediente clínico y
el estado de salud del presidente de la República son datos que deben
permanecer como un asunto de carácter privado y reservado, para
privilegiar la protección de los datos personales. Según la periodista, Peña “está en los huesos”, como se
lo confía un testigo que recientemente convivió con el mandatario,
describiéndolo como un hombre ojeroso, demacrado y enfermo.
Esta no es la primera vez que la salud de Peña Nieto
está en duda, años antes, otro periodista, Rafael Loret de Mola,
mencionó que su padecimiento era cáncer de próstata, pero hasta el
momento no se ha podido comprobar. A decir de Sanjuana Martínez, la enfermedad secreta de
Peña cada día va dejando de ser secreta y afirma que la cirugía del 31
de julio del año pasado, para retirarle un nódulo tiroideo, está
relacionada con el cáncer.
Al respecto, en su momento el periódico Vanguardia
destacó también el análisis del doctor Ramón Alanís, especialista en
endocrinología, “El procedimiento quirúrgico al que fue sometido es
característico de esta enfermedad”, sin embargo, al desconocer los
resultados del posible estudio, la ambigüedad del tratamiento y
diagnóstico queda en especulación. Según la Constitución Política en México, en su artículo
84, en caso de faltar la figura del presidente existen dos panoramas,
si el actual mandatario cumplió dos años en el cargo, el Congreso nombra
un interino que culminará el periodo sexenal. En caso menor a dos años, el Congreso nombrará un
interino, pero convocará a elecciones extraordinarias para definir quién
concluirá el sexenio.
Peña Nieto en su reciente visita a España. |
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