La Revolución mexicana fue la primera revolución social y política del
siglo XX, que inició en 1910 y terminó oficialmente en 1917 con la
promulgación de la Constitución de 1917, si bien hubo conflictos
intestinos y rebeliones armadas hasta la década de los treinta. El
movimiento armado inició como una rebelión en contra de la dictadura de
Porfirio Díaz, quien se mantuvo bajo una dictadura por 39 años.
La lucha armada
El gobierno porfirista se apresuró a acabar con los centros
Antireeleccionistas que más peligro implicaban, tomando disposiciones en
contra de dichos centros en la Ciudad de México y Puebla de
Zaragoza|Puebla. En esta última ciudad, se recibieron informes de que en
la casa de Aquiles Serdán, quien encabezaba a los antireeleccionistas,
se encontraban individuos con armas, por lo que la policía se aprestó a
hacer un cateo el 19 de noviembre de 1910. Sin embargo, cuando los
gendarmes llegaron se les hizo fuego, muriendo en el acto Miguel
Cabrera, Jefe de la Policía en Puebla, y prolongándose el tiroteo por
mucho tiempo lo que hizo necesaria la intervención del ejército para
sitiar la casa y ocuparla finalmente.
El 20 de noviembre de 1910, según lo
planeado, Madero cruzó la frontera entre Estados Unidos y México para
iniciar la revuelta en Ciudad Porfirio Díaz (hoy Piedras Negras,
Coahuila), pero no tuvo éxito y le fue preciso regresar a territorio
estadounidense. A pesar del aparente fracaso, durante las semanas
siguientes cambió el panorama y la revuelta comenzó a extenderse a lo
largo de la República Mexicana, mientras que se hacía notar la
influencia de los Estados Unidos, que favorecieron al maderismo al
movilizar veinte mil soldados hacia la frontera mexicana para “mantener
la neutralidad”, y enviar barcos de guerra a distintos puertos mexicanos
del Golfo, creando una presión para el gobierno porfirista. Entre los jefes rebeldes que se lanzaron a la rebelión en ese entonces,
pueden mencionarse los siguientes; Emiliano Zapata, Ambrosio y Rómulo
Figueroa, y Manuel Asúnsulo en Estado de Morelos; Salvador Escalante y
Ramón Romero en Michoacán y Jalisco; Gabriel Hernández (militar) en Estado de Hidalgo y Pascual Orozco en Chihuahua,
entre otros. En Chihuahua capital, las acciones de Abraham
González Casavantes Abraham González fueron determinantes durante los
primeros días del movimiento.
A su vez, cuando estalló la revuelta
política encabezada por Francisco I. Madero, los Confederación de Grupos
del Ejército Liberal|guerrilleros del Partido Liberal Mexicano actuaron
en forma independiente, sobre todo en los Estados del Norte ya que la
Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano Junta Organizadora del
PLM operaba en el exilio desde Los Ángeles, California. El PLM consideraba que para mejorar las
condiciones de los obreros y campesinos no bastaba derrotar a Díaz y
cambiar de presidente. Así, el PLM no aspiraba una revolución política,
como Madero, sino una revolución social y sobre todo económica;
consideraban abolir el Poder político, no ejercerlo; su objetivo era la
auto emancipación y el autogobierno.
Fin del Porfiriato
El ministro de Hacienda, José Yves Limantour, que se encontraba en
Europa, regresó a México, vía Nueva York donde los revolucionarios se
entrevistaron con él y le entregaron proposiciones para que las pusiera
en manos del General Díaz, a fin de llegar a un acuerdo. Limantour, al
mismo tiempo, quedó muy impresionado por la actitud hostil del gobierno
de Estados Unidos hacia Porfirio Díaz pues le reprochaban al gobierno
mexicano la entrada de capital europeo en el país. Una vez llegado a
México, Limantour exhortó a Porfirio Díaz a efectuar diversos cambios y
reformas políticas al país. Varios emisarios de Díaz se entrevistaron
con los rebeldes y se convino un armisticio, pero como no se pudo llegar
a ningún acuerdo. Los rebeldes, comandados por Pascual Orozco en el
Norte atacaron Ciudad Juárez, que cayó en mayo en 1911, desde allí
Madero envió un telegrama exigiendo nuevamente la renuncia de los dos
líderes del país. El 21 de mayo de 1911 se celebraron los
Tratados de Ciudad Juárez, entre delegados porfiristas y
revolucionarios, en donde se aceptaba la renuncia de Porfirio Díaz y de
Ramón Corral después de 30 años de haber gobernado el país. El día 25
renunciaron a sus cargos, marcando el fin del porfiriato. Porfirio Díaz
salió de la capital y se embarcó en Veracruz rumbo a Europa, en donde
murió el 2 de julio de 1915, en la ciudad de París.
Entrando a Cd. Juárez |
Pese a las diferencias ideológicas, fuerzas del PLM y maderistas,
habían cooperado para derrotar a Porfirio Díaz desde 1910, sin embargo
al firmar Francisco I. Madero los Tratados de Ciudad Juárez, muchos de
los afiliados al PLM se unieron a su causa, y los que no, fueron
fusilados, apresados o perseguidos por los maderistas, ahora apoyados
por el ejército federal del porfiriato. La Junta Organizadora del
Partido Liberal Mexicano en Los Ángeles no reconoció los Tratados de
Ciudad Juárez y continuó promoviendo la lucha armada, con una postura
orientada abiertamente al anarcocomunismo, contra todo gobierno, clero y
capital.
Entre enero y junio de 1911, la acción
más significativa del PLM fue la Rebelión de Baja California, territorio
que el PLM tomó con el apoyo de extranjeros socialistas y anarquistas
afiliados al grupo Trabajadores Industriales del Mundo en 1911, pero
fueron combatidos por los soldados federales —y luego por los
maderistas— , quienes los derrotaron finalmente con el apoyo del
gobierno de los Estados Unidos.
El gobierno de Madero
El 25 de mayo de 1911 Francisco León de
la Barra, fue nombrado Presidente Interino y gobernó hasta el 6 de
noviembre del mismo año. El régimen de De la Barra tuvo dos misiones
principales que consistieron en buscar la vuelta de la paz a la nación y
convocar a elecciones para la designación de los nuevos Presidente y
Vicepresidente de la República. Madero gobernó como presidente del 6 de noviembre de 1911 al 19 de
febrero de 1913. A pesar de que aparentemente la Revolución había
llegado a su fin, se hizo evidente que la paz y el orden estaban lejos
de alcanzarse. Madero tuvo dificultades para realizar todos los cambios
que había prometido durante la Revolución, tales como la repartición de
las tierras a los campesinos; por lo que comenzaron a surgir grupos de
insurrectos en diversos lugares de la República. Hubo levantamientos en
Chiapas y Oaxaca, en agosto apareció un brote rebelde en Yucatán. Sólo
unos días después de que Francisco I. Madero asumiera el poder Emiliano
Zapata, que se había rebelado antes en contra de Porfirio Díaz, dio a
conocer en Morelos el “Plan de Ayala”, en el que se desconocía a Madero
como Presidente y se le acusaba de ser un dictador y de no cumplir con
los postulados revolucionarios. En ese plan se pedía la devolución de
las tierras a los pueblos y particulares a quienes se hubiera despojado;
se demandaba la expropiación de la tercera parte de los latifundios
para repartirse la tierra correspondiente, y la nacionalización de las
propiedades de quienes se opusieron a dicho Plan. Zapata exigió que se expidiera una ley
Agraria, pero Madero contestó que Emiliano Zapata debía rendirse y
entregar las armas primero, ocasionando la ruptura entre los dos. En el
Plan de Ayala se reconocía como Jefe de la Revolución a Pascual Orozco, y
en caso de que éste no aceptara, quedaría como jefe Emiliano Zapata; lo
cual, en efecto, sucedió. La lucha se presentó con gran violencia, y
aun cuando se lanzaron varias campañas contra los zapatistas, no se pudo
acabar con ellos. La situación se complicó aún más, cuando Pascual
Orozco, otro antiguo revolucionario, dio a conocer en marzo de 1912 su
Plan de la Empacadora o Plan de Chihuahua, en el que también se
desconocía a Francisco I. Madero y pedía reformas sociales. El norte de
la República fue escenario de nuevas luchas, Orozco tuvo éxito al
principio, pues derrotó a Francisco Villa mientras éste lo buscaba, pero
fue derrotado al final por el Ejército Federal comandado por Victoriano
Huerta y por las fuerzas rurales de Francisco Villa.
Esto es a grandes rasgos los inicios de
la revolución que oficialmente terminó en 1917, pero ahora en 2014, a
casi 104 años del inicio de esta lucha, se están desarrollando otras
inquietudes sociales contra un gobierno que si no cambia su formato
económico, el pueblo podría reventar y hacerle lo que a Díaz (BLA BLA BLA)...
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