Con un amplio rechazo
de la sociedad, pues a nadie le agradaba que existiera un monumento a
una figura tan desagradable, y menos que estuviera en un lugar tan
emblemático para España. Corría el año de 1885 y
el Ángel Caído se instaló en forma de fuente en el parque del Retiro en
Madrid, donde está su escultura que lo coloca con una serpiente
alrededor del cuerpo y con una expresión diga de causar terror. La obra es del
escultor Ricardo Bellver hecha en 1877, la cual comenzó siendo de yeso,
pero se convirtió en una figura de bronce. Primero fue parte del Museo
Nacional y estuvo en exposiciones de la talla de la Universal de París
en 1878, lo que la destacó como la única estatua en el mundo que se
atrevía a representar a Lucifer.
Fue en 1879 cuando los
dueños del Museo Nacional y el duque Fernán Nuñez presionaron para que
la escultura fuera exhibida al aire libre, con lo que consiguieron se
colocara en el Parque del Retiro. De acuerdo con información del sitio gonzoo.com,
la estatua está representando a un Ángel Caído pues está inspirada en
El Paraíso Perdido de John Milton, un poema que narra la expulsión de
Lucifer del cielo; son las ilustraciones de Gustave Doré, que aparecen
en el libro, las que tienen similitudes con el trabajo de Bellver. Lo más curioso de la
escultura del Retiro, y que añade aún más simbología y misterio al
monumento, es que está situada a 666 metros sobre el nivel del mar.
Dicho número corresponde al diablo, y es conocido históricamente como
"la marca de la bestia". A día de hoy sigue sin saberse si la ubicación
elegida tuvo algún propósito. ¿Casualidad o precisión milimétrica?
Esta escultura es la única en el mundo que representa al Demonio, pero en
el caso del Monumento al Traforo del Frejus (1879), en Italia, hay una
que se relaciona con el diablo por el ángel que hay en la cima, con un
lucero en la frente. También es una fuente y la fecha de su creación es
cercana a la de la obra de Bellver.
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