Una pelota de plástico, muñecas, personajes de combate, un patín del diablo, una bicicleta, ropa, zapatos
un teléfono celular o quizá una tableta electrónica, son los presentes que muchos niños esperan recibir esta
noche. A sólo unas horas de que hagan su arribo a los hogares mexicanos, los Reyes Magos aún buscan
los mejores regalos para los “chiquillos” que hacen el intento por portarse de la mejor manera para ser
merecedores de alguna sorpresa. En la actualidad los softwares, la Internet y la tecnología en general ocupan el lugar de los trompos, los yoyos,las avalanchas, los baleros, las patinetas, los juegos de té, los carritos
a control remoto, las canicas.
Y aunque muchos otros juguetes han sido desplazados, como los trenes con todo y sus estaciones,
los armables y las “puchings bags” que rebotaban a cada golpe, persiste la emoción de poner el zapato
debajo del árbol de Navidad para, al despertar a primera hora, encontrar regalos por toda la casa.
La tradición marca que esta noche es de ir a dormir temprano, portarse lo mejor que se pueda, aunque
el resto del año no haya sido posible obedecer en todo. Nadie debe inquietarse con la idea de quedarse
despierto para vislumbrar la llegada de los Reyes Magos; es día de sembrar la ilusión y verla cosechada
el día de mañana con sonrisas y juguetes. La llegada de Melchor, Gaspar y Baltasar es toda una aventura,
pues los niños y las niñas están preocupados por la calidad de su comportamiento en todo el año, y
la incertidumbre por esa “evaluación” que los hará o no merecedores de sus peticiones, o quizá encontrarse
con la sorpresa de un trozo de carbón por no haberse portado bien.
Mientras tanto, los Reyes están preocupados porque les alcance el presupuesto para cumplir las peticiones de los pequeños, y se esfuerzan porque la enorme lista de juguetes sea surtida en su totalidad.
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