LESNOVKA, Crimea.- Marina Jodiy, de 21 años, aprendió a dibujar
en la niñez, como la mayoría de los niños. La única diferencia es que
tuvo que hacerlo con los pies porque nació sin brazos. Aprendió a utilizar los pies para trabajar en una computadora e
incluso para escribir mensajes de texto en su teléfono celular. Con sus
diestros pies puede beber una taza de té y pelar papas para la cena.
Marina vive con su madre en Lesnovka, una villa en Crimea, que fue
parte de Ucrania hasta que fue anexada por Rusia hace aproximadamente un
año. Cuando Marina nació, los médicos dijeron a su madre que era
improbable que la pequeña sobreviviera y que debía abandonarla. Nataliya
Jodiy siguió su consejo, pero una semana después regresó al hospital
para llevar a su hija a casa. Conforme la niña creció, asistió a escuelas normales y además tomó
clases de arte gráfico. “Ahora, cuando tengo una inspiración puedo
recoger un lápiz y comenzar a dibujar”, dijo Marina. Pero ahora lo que ama es cantar, y durante los últimos tres años ha
estado tomando lecciones de solfeo con la esperanza de algún día cantar
sobre un escenario. “Lo que más me gusta respecto a Marina es su maravilloso carácter”,
dijo su profesora de solfeo Olga Nikitinskaya. “A pesar de la forma con
la que nació, su corazón no se ha endurecido. Ella es muy amable y tan
optimista; ¡ella cree tanto en el futuro!”
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