En más de una ocasión he escuchado a algunas personas desear fervientemente que las cucarachas se extingan en todo el planeta. Esta reacción normalmente viene como consecuencia de un desagradable e inesperado encuentro con alguno de estos indeseables insectos o al comprobar que algún alimento ha sido irremediablemente dañado por ellos.
Lo cierto es que sería muy deseable que en nuestro hogar jamás entraran las cucarachas que, además de su mal aspecto, son transmisoras de enfermedades, pero… ¿qué ocurriría si las cucarachas desaparecieran de la Tierra?
Las cucarachas están por todos lados
Las cucarachas están entre los insectos más numerosos que existen, tanto en especies como en número. Aunque no se sabe a ciencia cierta la cantidad de especies que hay, se estima un número entre 5000 y 10.000 cucarachas y sus representantes se encuentran por todos lados, desde las ciudades y otros sitios donde el hombre las atrae por la alta producción de desperdicios, hasta los bosques tropicales, las zonas desérticas, los pantanos e incluso zonas costeras.
De todas esas especies, apenas unas pocas son las que interactúan directamente con nosotros con cierta frecuencia y en unos países predominan unas más que otras, estando entre las más extendidas por ejemplo, la llamada Periplaneta americana o cucaracha doméstica.
¿Qué pasaría si se extinguieran?
Las cucarachas, como el resto de los seres vivos y en particular los insectos, son una fuente de alimentos de gran importancia para criaturas como por ejemplo las aves, los mamíferos insectívoros, los anfibios y otros insectos, etc., e incluso, en ciertas culturas, también para los seres humanos.
Aunque ningún animal basa su alimentación exclusivamente en ellas, por lo que de desaparecer estas no se extinguirían, sí verían reducidas sus posibilidades de sobrevivir y disminuirían sus poblaciones de manera importante, por lo que otros insectos plagas podrían multiplicarse al alterarse el equilibrio ecológico de los ecosistemas.
Un ejemplo concreto sería la reducción de las poblaciones de ratones y ratas, de los que una parte importante de su dieta se compone de cucarachas. Si estos pequeños roedores perdieran esta fuente de alimento y se redujeran sus poblaciones silvestres, provocaría daños enormes en poblaciones de animales como las águilas y otras aves de presa, los felinos, los coyotes, los lobos, y muchos reptiles.
Por otro lado, está su contribución inestimable en el ciclo del nitrógeno, algo vital para el funcionamiento del planeta. ¿De qué manera lo hacen? Pues la mayoría de las cucarachas se alimentan de materia orgánica en descomposición.
Este material retiene en su estructura grandes cantidades de nitrógeno, y al ser consumido constantemente por millones y millones de cucarachas, esta materia pasa por el tracto digestivo del insecto convirtiéndose en heces que al caer en la tierra, liberan más fácilmente los productos nitrogenados que luego son aprovechados por las plantas, garantizando así la salud de los bosques, las praderas y demás ecosistemas y con ello indirectamente a todos los habitantes de los mismos.
Visto esto, si eres de esas personas que alguna vez han deseado la extinción de las cucarachas, creo que estás a tiempo de replanteártelo, ¿no crees?
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