El país está dividido entre buenos mexicanos y malos mexicanos. Y, todos
sabemos que de que los hay, los hay (a lo de malos mexicanos nos
referimos). Sin embargo, no todo está en qué tanto se empujen en el
metro o en que no tiren la basura o en que ayuden al de al lado, lo que
comemos habla mucho de la tipología de "mexican curious" a la que
pertenecemos.
Sobreviviente
Don Taquito. En este país parecería que somos unos héroes de la supervivencia, pero no lo eres en realidad si no desayunas diario (o al menos tres veces a la semana) un buen taco de carnitas. De lo contrario, eres un farsante.Sensato
Mr. Sano. En alguien tenía que caber la cordura y fue en ti. Sabes
controlarte cuando tienes calorías mexicanas enfrente. Eres de los que
ven procesión y sí se hincan. Todos queremos ser como tú, ¡pero es que
el descontrol es tan seductor! Muy bien por ti y esos platos de fruta
con chantilly o miel que desayunas diario.
Corrupto
Todos sabemos que el cereal es el alimento más falso del universo.
Igual que quienes integran este apartado. Basta con recordar cómo,
después de un par de horas, el hambre vuelve y a la décima potencia.
Recuerda que somos lo que comemos. ¡Que nadie se quede con hambre de ti!
Sublevado
Sabes que no debes, pero ahí estás. Te gusta sentirte vivo y una
guajolota es el mejor levanta almas que conoces (si es de salsa verde o
de rajas, mejor). No hay manera de prohibirte algo y el señor de los
tamales lo sabe. Sobre todo cuando le pides un par de champurrados para
acompañar (por si quieres engordar rápido).
Emocional
Antes que cualquier cosa está tu corazón. Y el recuerdo de las
delicias que preparaba tu mamá en tus años de infante. Eres de los más
leales de la lista. Y de los más llorones, de repente se escapa una
lágrima al probar un platillo que sabe igualito que si hubiera salido
del horno de mami.
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