Los antecedentes se
remontan al 2005, en Francia. Isabelle Dinoire había sufrido una severa
depresión e intentó suicidarse mediante una sobredosis de pastillas. Las horas
pasaron y pasaron y su mascota, un perro labrador, se desesperó al ver que su
dueña no reaccionaba ante sus intentos de despertarla. El animal entraría en
crisis y terminaría por destrozarle la cara. En el caso de Dinoire hubo que hacer un
transplante parcial de cara... pero la operación estuvo envuelta en medio de la
polémica, ya que el rostro pertenecía a un donante que se había suicidado horas
antes. Hubo un profundo trabajo de terapia sicológica para que Dinoire pudiera
asimilar la nueva situación de su rostro y la procedencia del mismo.
Pero luego de la cirugía, las cosas parecen haber cambiado en la vida de Dinoire. El transplante de boca, nariz y musculos faciales han ido dando sus resultados con el tiempo y, por medio de ejercicios de rehabilitación, Dinoire ha recuperado gran parte de su movilidad facial. Eso no quita que ahora se presenten otras complicaciones propias de semejante cirugía: los pacientes deben tomar drogas inmunosupresoras de por vida para evitar que su cuerpo rechace el transplante, y ello deviene en secuelas tales como fallas renales, bajas defensas y alto riesgo de cáncer.
Pero Dinoire no es la única mujer que ha recibido un transplante de rostro. La bella Connie Culp quedó completamente desfigurada en el 2004 luego que su marido, en un ataque de celos, le disparara a quemarropa en el rostro con una escopeta. Culp perdió un ojo, la nariz, parte de los pómulos y el paladar. Debido al destrozo de los huesos, su cara había colapsado por la mitad. Hubo que hacer 30 cirugías reconstructivas para llegar a un estado ideal para realizar el transplante, el que tuvo lugar en el 2008. Culp recibió el 80% del rostro de una mujer fallecida horas antes.
Si bien el resultado final dista de perfecto, representa un enorme cambio de vida para la víctima de la desfiguración. Culp ahora tiene nariz y puede respirar por sus propios medios, además de olfatear y paladear la comida. Y su condición ira mejorando a medida que los nervios faciales se reconstruyan y se asimilen a los de Culp. Pero en el caso de Culp la cirugía fue mucho más profunda de lo que uno imagina, ya que debieron cambiar la mitad de los huesos de su rostro.
Pero luego de la cirugía, las cosas parecen haber cambiado en la vida de Dinoire. El transplante de boca, nariz y musculos faciales han ido dando sus resultados con el tiempo y, por medio de ejercicios de rehabilitación, Dinoire ha recuperado gran parte de su movilidad facial. Eso no quita que ahora se presenten otras complicaciones propias de semejante cirugía: los pacientes deben tomar drogas inmunosupresoras de por vida para evitar que su cuerpo rechace el transplante, y ello deviene en secuelas tales como fallas renales, bajas defensas y alto riesgo de cáncer.
Pero Dinoire no es la única mujer que ha recibido un transplante de rostro. La bella Connie Culp quedó completamente desfigurada en el 2004 luego que su marido, en un ataque de celos, le disparara a quemarropa en el rostro con una escopeta. Culp perdió un ojo, la nariz, parte de los pómulos y el paladar. Debido al destrozo de los huesos, su cara había colapsado por la mitad. Hubo que hacer 30 cirugías reconstructivas para llegar a un estado ideal para realizar el transplante, el que tuvo lugar en el 2008. Culp recibió el 80% del rostro de una mujer fallecida horas antes.
Si bien el resultado final dista de perfecto, representa un enorme cambio de vida para la víctima de la desfiguración. Culp ahora tiene nariz y puede respirar por sus propios medios, además de olfatear y paladear la comida. Y su condición ira mejorando a medida que los nervios faciales se reconstruyan y se asimilen a los de Culp. Pero en el caso de Culp la cirugía fue mucho más profunda de lo que uno imagina, ya que debieron cambiar la mitad de los huesos de su rostro.
CORTESIA DE FINNITO |
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