Nada de música suave, desayuno en la cama ni besos en la frente. A este wey se le ocurrió despertar a su vieja de la peor manera posible: haciéndole una broma en la que recreaba la famosa escena de horror de la película El Aro.
En la película el fantasma de una niña llamada Samara salía del televisor para atacar a quién lo estuviera mirando. En este caso, este pinche gringuito armó un muñeco de Samara en escala real y lo pegó a la TV como si estuviera saliendo de ella. Y por si fuera poco, le hizo los brazos articulados para moverlos con varillas desde atrás.
Para aumentar el efecto, Williams estuvo los días previos comentándole que le pareció sentir ruidos extraños durante la noche.
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