domingo, 1 de marzo de 2015

Ejecuciones extremas: Aserrado


Este método fue empleado en el Imperio Romano, en Medio Oriente y en partes de Asia. Consistía en desnudar al condenado, colgarlo boca abajo para que la sangre se dirija a su cabeza y así pueda permanecer sin desmayarse, y posteriormente ir serruchándolo poco a poco, desde el periné (parte ubicada entre el ano y los genitales) hasta la parte superior del cráneo. El gran problema con el procedimiento era que el cuerpo del condenado se movía demasiado por la resistencia que ofrecía a la fuerza de quienes serruchaban (se usaba una sierra grande, un verdugo tomaba un extremo de la sierra, y el otro el extremo sobrante), pero ante eso los chinos idearon una variante en que el condenado se colocaba entre dos tablas alineadas y muy bien fijadas al suelo.
                   Cortesía de la reportera de la Poli